En una jornada marcada por la tensión y la polarización política, dos activistas femeninas de la organización radical FEMEN sufrieron una agresión sexual durante una manifestación en Madrid.

La protesta, que tuvo lugar frente a una iglesia donde se conmemoraba medio siglo de la muerte del dictador Francisco Franco, buscaba denunciar lo que ellas calificaron como la normalización de prácticas fascistas en la sociedad española.

Las jóvenes, que portaban pancartas con lemas como "Fascismo legal, vergüenza nacional" y "Al fascismo, ni honor ni gloria", fueron sorprendidas por un hombre que se encontraba en el lugar, presuntamente un comerciante ambulante que vendía banderas de la época franquista, según informó el periódico local El País.

Supuestamente, el agresor tocó los pechos de las activistas, acto que quedó registrado en varias grabaciones que circularon rápidamente en redes sociales.

La escena causó gran conmoción entre los asistentes y generó rechazo entre la comunidad que apoyaba la protesta. Las activistas intentaron detener la situación, exigiendo que el hombre no las tocara, y una de ellas logró arrebatarle una de las pancartas que estaban hechas en tela.

Es importante destacar que, además de la agresión física, las jóvenes fueron objeto de insultos y empujones por parte de algunos asistentes, quienes llegaron a recriminarles por su forma de protestar.

Tras unos minutos de tensión, las activistas decidieron abandonar la zona a pie, ante la imposibilidad de continuar con la manifestación en ese momento.

La acción de FEMEN, que buscaba denunciar la exaltación del franquismo y la presencia de símbolos y discursos que aún persisten en ciertos sectores de la sociedad española, fue calificada por la organización como no violenta y en línea con su espíritu activista.

En un comunicado publicado en su cuenta de Instagram, FEMEN reafirmó que su lucha continúa por los derechos humanos, el feminismo y la memoria democrática.

Históricamente, España ha enfrentado décadas de dictadura bajo Franco, quien gobernó desde 1939 hasta su muerte en 1975. Desde entonces, el país ha transitado hacia una democracia, pero aún persisten debates sobre la herencia del franquismo y su influencia en la política y la sociedad actual.

La presencia de símbolos franquistas en ciertos ámbitos sigue siendo motivo de controversia y movilización social.

En la conmemoración de los 50 años de la muerte del dictador, diferentes sectores de la sociedad española expresaron opiniones divididas, algunos defendiendo la memoria histórica y otros minimizando el impacto del régimen.

La protesta de FEMEN, que se desarrolló en un contexto de tensión, refleja cómo aún hay heridas abiertas en la historia reciente del país.

Supuestamente, la policía no intervino de inmediato en la agresión, y algunos asistentes habrían manifestado apoyo al agresor, mientras que otros condenaron enérgicamente el acto.

La víctima, que prefirió mantener su identidad en reserva, recibió asistencia y apoyo de organizaciones feministas y de derechos humanos.

Este incidente pone de manifiesto la persistente lucha contra la intolerancia y el fascismo en España, así como la importancia de seguir promoviendo la memoria democrática y el respeto a los derechos fundamentales.

La sociedad española continúa enfrentando el desafío de reconciliar su pasado con su presente, buscando construir un futuro en el que la violencia y la discriminación sean erradicadas definitivamente.