El multimillonario Elon Musk responde a la sanción de 120 millones de euros impuesta por la Comisión Europea a la red social X, señalando que se trata de un exceso regulatorio que afecta a la innovación de EE.UU. y pidiendo la recuperación de la soberanía nacional.

Elon Musk, conocido por su carácter polémico y su influencia en el mundo tecnológico, ha lanzado una dura respuesta a la Comisión Europea tras imponerse una multa de aproximadamente 120 millones de euros contra su red social X, anteriormente conocida como Twitter.

La sanción fue emitida por la UE debido a supuestas infracciones relacionadas con la transparencia y el cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act).

En una serie de publicaciones realizadas entre la noche del viernes y la mañana del sábado, Musk criticó duramente a las autoridades europeas, alegando que la multa constituye un ejemplo de la excesiva regulación que, a su juicio, limita la innovación tecnológica estadounidense.

"La multa actual de 120 millones de euros es el resultado de un exceso regulatorio de la UE dirigido a frenar la innovación de EE.UU.", escribió Musk en su cuenta de X. Además, presuntamente, Musk expresó que "la soberanía debe ser devuelta a los países individuales para que puedan representar mejor a sus ciudadanos".

Este enfrentamiento no es un hecho aislado. La postura de Musk coincide con la de altos funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Marco Rubio, quien supuestamente calificó la multa como un "ataque" a Washington.

Rubio afirmó que la sanción de la Unión Europea de unos 140 millones de dólares (unos 125 millones de euros) no solo afecta a X, sino que también representa un ataque a todas las plataformas tecnológicas de EE.UU. y a su pueblo. "Se acabaron los días en que se censuraba a los estadounidenses en Internet", declaró Rubio en un mensaje difundido en la misma red social.

Las acusaciones de la Comisión Europea contra X se basan en varias infracciones, incluyendo el supuesto diseño engañoso de su marca de verificación azul, la falta de transparencia en su repositorio publicitario y la dificultad para acceder a datos públicos por parte de investigadores.

La CE ha señalado que estos incumplimientos vulneran las disposiciones del Digital Services Act, que busca garantizar mayor transparencia y protección en las plataformas digitales.

Según el comunicado oficial de la UE, la empresa tiene ahora un plazo de 60 días hábiles para informar a la Comisión sobre las medidas que adoptará para corregir estos incumplimientos y cumplir con las obligaciones establecidas en la normativa comunitaria.

Históricamente, las disputas entre EE.UU. y la UE en materia de regulación tecnológica no son nuevas. Desde hace décadas, la Unión Europea ha implementado políticas más estrictas en cuanto a protección de datos y censura en Internet, lo que a menudo ha sido criticado por Washington como una forma de limitar la libertad de expresión y la innovación tecnológica estadounidense.

Supuestamente, en el pasado, las políticas regulatorias europeas han generado tensiones con empresas tecnológicas como Google, Facebook y Twitter, que han tenido que adaptarse a un marco legal mucho más rígido que el de Estados Unidos.

Estas disputas reflejan un choque entre diferentes modelos de regulación y protección de derechos en el ciberespacio.

Por su parte, Musk ha declarado que continuará defendiendo la libertad en sus plataformas y que no tolerará lo que él percibe como un intento de censura por parte de reguladores europeos.

La polémica sigue abierta y, presuntamente, marcará un capítulo más en la lucha por la soberanía digital y la influencia en el ámbito tecnológico mundial.