El expresidente Donald Trump respalda a Sydney Sweeney tras su controvertido anuncio para American Eagle, en medio de acusaciones de supremacismo y debates políticos. La polémica se intensifica en las redes sociales y la prensa estadounidense.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una gran confusión y debate en las redes sociales tras expresar públicamente su respaldo a la actriz Sydney Sweeney, quien protagoniza una campaña publicitaria para la marca de ropa American Eagle.
La campaña, que ha despertado fuertes críticas, hace un juego de palabras entre ‘jeans’ y ‘genes’, insinuando supuestamente que ciertos rasgos genéticos, como la apariencia de la actriz, son superiores o deseables, una idea que muchos consideran como una forma de supremacismo blanco.
El pasado lunes, Trump utilizó su cuenta en Truth Social para escribir: “Sydney Sweeney, registrada como republicana, tiene el anuncio ‘MÁS POPULAR’ que hay.
Es para American Eagle, y los jeans ‘vuelan de las estanterías’. ¡A por ellos, Sydney!” Este comentario fue interpretado por varios analistas como una muestra de apoyo a la actriz, pero también ha sido criticado por reforzar estereotipos relacionados con la apariencia y la raza.
Supuestamente, durante el fin de semana, diversos medios de comunicación como BuzzFeed y The Guardian informaron que Sweeney habría inscrito su afiliación política en el Partido Republicano en junio de 2024, unos meses antes de que Trump lograra su victoria electoral en noviembre.
La actriz, que en la campaña aparece haciendo un doble juego con las palabras ‘jeans’ y ‘genes’, supuestamente busca transmitir un mensaje que ha sido interpretado por muchos como polémico y divisorio.
Por su parte, la marca American Eagle emitió un comunicado en el que asegura que “siempre se trató solo de jeans”. La firma afirmó que “sus jeans. Su historia. Seguiremos celebrando cómo cada uno usa sus jeans AE con confianza, a su manera. Los jeans geniales le quedan bien a todo el mundo”. Sin embargo, la polémica continúa, y muchos consideran que la campaña refuerza mensajes de supremacismo y discriminación.
En otro orden de ideas, Trump también criticó duramente a otras figuras públicas en su reciente publicación. Entre ellas, la cantante Taylor Swift, a quien supuestamente odia, y a la marca de automóviles Jaguar, que calificó como “estúpida y muy ‘woke’ (progresista)”.
Trump afirmó que desde que Swift declaró su apoyo a la exvicepresidenta Kamala Harris, quien fue la rival en las elecciones pasadas, “dejé de soportarla y dejó de estar de moda”.
Esta postura del expresidente refleja su tradicional estrategia de confrontar a figuras del mundo del entretenimiento y la moda, usando las redes sociales como plataforma para reforzar su narrativa política.
La tendencia de Trump de atacar a celebridades y marcas que, según él, representan ideologías contrarias a la suya, se ha intensificado en los últimos meses, en un contexto donde la polarización política en Estados Unidos continúa en aumento.
Supuestamente, la campaña de American Eagle, que costó aproximadamente 150.000 euros en su versión internacional, ha sido vista por algunos como una estrategia de marketing innovadora, aunque la polémica generada ha superado en mucho a los beneficios económicos.
La marca, que ha sido un referente en moda juvenil durante décadas, insiste en que su intención nunca fue promover mensajes discriminatorios, sino simplemente destacar la confianza que sienten los jóvenes al usar sus productos.
En conclusión, la controversia generada por esta campaña y el respaldo de Trump evidencian cómo las redes sociales y las figuras públicas pueden convertir una simple publicidad en un tema de debate nacional, que involucra cuestiones de raza, política y cultura.
La historia de esta polémica aún está en desarrollo, y se espera que en los próximos días nuevas reacciones se sumen a la discusión pública sobre los límites de la libertad de expresión en el ámbito comercial y político.