La XVII Cumbre de los BRICS en Río de Janeiro refleja el fortalecimiento del bloque, que representa casi la mitad de la población mundial y una significativa porción de la economía global, en medio de tensiones geopolíticas y debates sobre cooperación internacional.

La XVII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS, que tuvo lugar en Río de Janeiro los días 6 y 7 de julio, ha puesto de manifiesto el creciente peso global de este bloque de potencias emergentes.

Bajo la presidencia de Brasil, la reunión reunió a once países que representan aproximadamente un 39 % de la economía mundial y casi la mitad de la población mundial, consolidando su papel como un actor clave en la geopolítica y la economía global.

Desde su creación, los BRICS han sido un símbolo de la cooperación entre países en vías de desarrollo y una alternativa al sistema financiero internacional dominado por Occidente.

La sigla original, BRIC, fue acuñada por el economista británico Jim O'Neill en 2001, con el objetivo de promover inversiones en Brasil, Rusia, India y China.

Posteriormente, Sudáfrica se unió en 2011, formando el acrónimo que conocemos hoy.

En esta cumbre, se abordaron temas cruciales como la gobernanza de la inteligencia artificial, la cooperación en salud para mejorar el acceso a medicamentos y vacunas, y la transición ecológica en línea con la próxima Cumbre Mundial del Clima (COP30), que Brasil organizará en noviembre.

Sin embargo, uno de los temas predilectos fue la tensión económica y política generada por la guerra comercial de Estados Unidos, en particular, las amenazas de imposición de aranceles por parte del expresidente Donald Trump, que supuestamente podrían afectar las relaciones comerciales del bloque.

Supuestamente, Brasil y Rusia han defendido la facilitación del comercio interno del grupo, promoviendo el uso de monedas locales en lugar del dólar para reducir los costos de las transacciones internacionales y evitar las barreras comerciales.

Además, discuten desde 2024 la creación de sistemas de pagos alternativos al SWIFT, dominado por EE.UU., con el fin de fortalecer la autonomía financiera del grupo.

Irán, un miembro pleno desde 2024, fue uno de los protagonistas inesperados de la cumbre. Supuestamente, el país ha estado en el centro de tensiones por supuestos bombardeos de Israel y EE.UU., que alegan que Irán busca desarrollar armas nucleares. Aunque los BRICS emitieron un comunicado moderado repudiando la ofensiva, supuestamente en un intento de mantener la unidad, la situación refleja la complejidad del escenario geopolítico actual.

Por otro lado, las ausencias de líderes de peso como el presidente ruso Vladímir Putin y el chino Xi Jinping también llamaron la atención. Putin, que supuestamente enfrenta una orden de captura internacional por crímenes de guerra en Ucrania, participó de forma telemática. En su lugar, asistió el canciller Serguéi Lavrov. En tanto, Xi Jinping envió a su primer ministro, Li Qiang, en sustitución, en una decisión que sorprendió a muchos analistas, dado que China y Brasil mantienen una relación cercana.

Brasil, por su parte, asume por cuarta vez la presidencia rotativa del bloque, bajo el lema “Fortaleciendo la cooperación del Sur Global para una gobernanza más inclusiva y sustentable”.

La presidencia, que concluirá a finales de 2023, será transferida a India en 2024, que marcará la agenda para el próximo año.

El bloque de los BRICS, que inicialmente se centraba en Brasil, Rusia, India y China, se expandió con la incorporación de países como Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Arabia Saudí e Indonesia, todos con presencia activa en las reuniones.

Además, en 2024 se instauró la figura de países asociados, en la que actualmente se encuentran Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Nigeria, Malasia, Tailandia, Uganda, Uzbekistán y Vietnam, quienes participan como meros asistentes.

En términos económicos, los países del bloque poseen una influencia significativa: controlan el 44 % de la producción mundial de petróleo, el 36 % del gas natural, y reúnen el 72 % de las reservas mundiales de tierras raras.

Además, en 2023, sus exportaciones e importaciones representaron el 26 % y 22 % del comercio global, respectivamente.

En conclusión, la cumbre en Río de Janeiro reafirmó la importancia de los BRICS en la configuración del orden mundial. La integración de nuevas naciones, el fortalecimiento de mecanismos financieros alternativos y la discusión de temas geopolíticos complejos muestran que este grupo continúa siendo un actor de peso en el escenario internacional, con la intención de promover un orden más multipolar y sustentable en los próximos años.