El gobierno australiano anuncia que apoyará la creación de un Estado palestino en un movimiento que genera controversia internacional y que podría marcar un cambio en las relaciones en Oriente Medio.
En un anuncio que ha generado repercusiones a nivel mundial, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, reveló este lunes que su país tiene la intención de reconocer oficialmente al Estado de Palestina durante la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, prevista para el mes de septiembre.
Esta decisión supone un paso importante en la política exterior australiana y refleja la creciente tendencia de varios países a apoyar la creación de un Estado palestino en busca de una solución duradera al conflicto en Oriente Medio.
Supuestamente, el movimiento de Australia se asemeja a las acciones de naciones como Francia y el Reino Unido, que ya han expresado públicamente su apoyo al reconocimiento de Palestina.
Albanese expresó durante una rueda de prensa transmitida por el canal público ABC que "la solución de dos Estados representa la mejor esperanza para que la humanidad rompa el ciclo de violencia en Oriente Medio y ponga fin al sufrimiento, la destrucción y la hambruna en Gaza".
La decisión fue tomada en una reunión matutina del Gabinete en Canberra, en un contexto de creciente tensión en la región.
Supuestamente, esta decisión llega después de que Australia criticara duramente los planes de Israel para ocupar Gaza, una acción que ha sido denunciada internacionalmente por su impacto humanitario.
Albanese afirmó que "la situación en Gaza ha superado los peores temores del mundo. Se han perdido demasiadas vidas inocentes. El Gobierno israelí sigue desafiando el derecho internacional y niega ayuda esencial como alimentos y agua a las personas desesperadas". Además, subrayó que "no se trata solo de trazar una línea en el mapa, sino de proporcionar un salvavidas a la legalidad internacional en Gaza".
Supuestamente, Albanese comentó que en las últimas semanas mantuvo conversaciones con líderes internacionales, incluyendo al presidente francés Emmanuel Macron y al primer ministro británico Keir Starmer, quienes también han anunciado su apoyo al reconocimiento de Palestina.
La postura de Australia ha sido vista como un cambio en su política exterior, que históricamente ha sido cautelosa respecto a este tema.
Antes de las declaraciones de Albanese, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticó duramente la iniciativa, calificándola de "vergonzosa" y advirtiendo que tales reconocimientos solo contribuyen a la división y a un aumento en la tensión regional.
Por su parte, la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong, afirmó que "reconoceremos a Palestina cuando ello contribuya a impulsar una solución pacífica y duradera.
Septiembre será una fecha clave, porque el mundo dice que ya es hora de acabar con el sufrimiento y la destrucción".
Supuestamente, la decisión de Canberra ha generado debates internos en Australia, donde la comunidad judía y musulmana ha expresado opiniones encontradas.
La nación ha establecido cargos especiales para combatir el aumento del antisemitismo y la islamofobia, reflejando la complejidad social y política que implica esta postura internacional.
Mientras tanto, en la historia moderna, países como Sudáfrica y Noruega también han dado pasos similares en reconocimiento a Palestina, en un contexto de creciente presión internacional para buscar soluciones diplomáticas en un conflicto que lleva décadas.
Este movimiento australiano podría ser un catalizador para otros países que aún no han definido su postura oficial respecto a Palestina, en medio de un escenario internacional cada vez más polarizado por las tensiones en Oriente Medio y las negociaciones de paz que parecen estancadas desde hace años.