La alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, entregó el II Premio Tomás Fábregas a la entidad ALAS A Coruña en reconocimiento a su labor en defensa de los derechos humanos y la igualdad, en un acto que también recordó la figura del activista Tomás Fábregas y destacó la importancia del activismo comunitario en la lucha contra la discriminación y la injusticia.
En la ciudad de La Coruña, en la región de Galicia, la alcaldesa Inés Rey presidió en la tarde de hoy la ceremonia de entrega del II Premio Tomás Fábregas, un reconocimiento institucional que busca homenajear la labor de entidades y personas activistas que trabajan en defensa de los derechos humanos, la igualdad y la justicia social.
Este acto simbólico reafirma el compromiso de la ciudad con la comunidad LGTBI y los valores de respeto y dignidad.
El acto tuvo lugar en un ambiente de solemnidad y orgullo, donde es importante destacar que estos premios se instauraron en memoria del activista Tomás Fábregas, quien en 1992 desafió la prohibición de entrada en Estados Unidos para personas con VIH, convirtiéndose en un símbolo internacional en la lucha contra el estigma y la discriminación hacia las personas afectadas por el virus.
La figura de Fábregas representa un ejemplo de resistencia y valentía en una época en que la VIH/SIDA estaba rodeada de prejuicios y desinformación.
La alcaldesa resaltó durante su intervención que "frente al odio disfrazado de opiniones o de falsa neutralidad, en esta ciudad no permitiremos retrocesos".
Rey subrayó que el avance de ideologías ultraconservadoras y ultraderechistas representa un riesgo para los derechos fundamentales y que, como comunidad, es preciso seguir luchando por mantener los derechos alcanzados y extenderlos a todos los sectores vulnerables.
Asimismo, Rey recordó que la entrega del premio también visibiliza la necesidad de seguir impulsando la igualdad y el respeto, principios que deben prevalecer en toda sociedad democrática.
En ese sentido, destacó que La Coruña se ha distinguido por su activismo en la promoción de la diversidad y la inclusión social.
Por su parte, la concejala de Benestar Social, Participación e Igualdade, Nereida Canosa, explicó que uno de los objetivos principales del premio es honrar la memoria de Tomás Fábregas, reconocer a personas y entidades activistas, e inspirar a las nuevas generaciones mediante ejemplos de compromiso y lucha social.
Canosa enfatizó que estos quince años de trayectoria de ALAS A Coruña reflejan una dedicación constante en ámbitos como la salud, la educación, la cultura, la atención a la juventud, el asesoramiento legal y psicológico, además de su labor en la denuncia de violencias y discriminaciones contra las personas LGBT+.
En la ceremonia, ambas autoridades entregaron la distinción a Ana García, presidenta de ALAS A Coruña, quien agradeció el reconocimiento y resaltó la importancia del activismo comunitario como herramienta para impulsar transformaciones sociales.
Asimismo, García subrayó la participación de la entidad en casos destacados, como su intervención en el juicio por el asesinato de Samuel Luiz, en el cual ejercieron la acusación popular y fueron responsables de la primera sentencia en Galicia que reconoció la agravante de odio homófobo en un delito de asesinato.
Este reconocimiento no solo honra la labor de ALAS A Coruña, sino que también recuerda que la lucha por los derechos LGBT+ es una tarea constante que requiere voluntad, solidaridad y compromiso de toda la ciudadanía.
La historia del activismo en Galicia tiene raíces profundas y ha sido fundamental en los avances en derechos civiles y sociales. Desde movimientos iniciales en los años 80 hasta la actual legislación contra la discriminación, el activismo ha sido un pilar para la protección de la diversidad.
La figura de Tomás Fábregas y otras figuras como él continúan inspirando a muchas generaciones de activistas y ciudadanos que creen en la igualdad y el respeto como valores esenciales.
La Coruña, con este reconocimiento, reafirma su compromiso de seguir siendo una ciudad inclusiva y respetuosa, donde los derechos y la dignidad de todas las personas sean una prioridad constante en su agenda social y política.