En el partido de apertura de Toronto FC contra el Chicago Fire, los aficionados abuchearon el himno de EE. UU. y aplaudieron el himno canadiense, reflejando tensiones políticas.
En el partido inaugural de la temporada para el Toronto FC, los aficionados no dudaron en mostrar su descontento abucheando el himno nacional de los Estados Unidos, The Star-Spangled Banner, antes de enfrentar al Chicago Fire en el Estadio BMO el pasado sábado.
Este acto de rechazo fue seguido por una interpretación entusiasta de O Canada, el himno canadiense, que resonó con fuerza en el estadio.
El abucheo se convirtió en un fenómeno que no es nuevo en los eventos deportivos canadienses. Desde que comenzaron las tensiones políticas entre Canadá y Estados Unidos, muchos aficionados han utilizado este tipo de manifestaciones para expresar su postura.
Un ejemplo reciente fue el abucheo del himno estadounidense en el estadio B.C. Place en Vancouver durante un partido entre los Vancouver Whitecaps y Los Angeles Galaxy el 2 de marzo.
La situación actual ha sido alimentada por diversas cuestiones, como las políticas arancelarias de Donald Trump hacia Canadá y la idea de que esta nación podría convertirse en el 51º estado de EE.
UU. Estos temas han provocado una creciente insatisfacción entre los canadienses, llevándolos a manifestarse de manera creativa en eventos deportivos.
Kosi Thompson, mediocampista del Toronto FC, y Jonathan Bamba, delantero del Chicago Fire, fueron algunos de los protagonistas en el campo, aunque lejos de los abucheos, la atención también se centró en la reacción de los aficionados.
El entrenador del Chicago Fire, Gregg Berhalter, quien ha sido director técnico de la selección nacional de EE. UU., se anticipó a la posibilidad de que el himno estadounidense fuera abucheado, mencionando que tales reacciones están relacionadas con circunstancias externas al deporte.
"Nosotros nos concentraremos en el juego, en lo que podemos controlar" destacó Berhalter.
Mientras tanto, Jonathan Dean, un mediocampista estadounidense, expresó su deseo de mantener el respeto a pesar de la situación: "Todavía no hemos hablado de eso.
Pero sí, para nosotros, siempre seremos respetuosos sin importar lo que pase".
Este tipo de reacciones han suscitado un debate más amplio sobre el papel de los himnos nacionales en los eventos deportivos. Los canadienses parecen seguir una tendencia que, de algún modo, recuerda a lo que ha ocurrido en el hockey, donde también se han abucheado himnos rivales.
El entrenador del Toronto FC, Robin Fraser, reflexionó sobre sus memorias de partidos inaugurales, recordando cómo la audiencia solía cantar el himno nacional con tanto entusiasmo que en ocasiones era la multitud la que tomaba la iniciativa.
A medida que se acerca la Copa Mundial de la FIFA 2026, que se llevará a cabo en parte en Canadá, se espera que estos temas continúen siendo un punto de discusión no solo en el contexto deportivo, sino también en la cultura canadiense.
La actitud de los aficionados en eventos deportivos puede verse como una manifestación de la identidad nacional y una forma de expresar la unión y el orgullo de ser canadiense, especialmente en tiempos de tensión política.