La Justicia española mantiene la condena a Luis Rubiales por un beso sin consentimiento a Jennifer Hermoso durante la entrega de premios del Mundial 2023 en Australia, con una multa de aproximadamente 12 millones de pesos, unos 110.000 euros.

La Audiencia Nacional de España ha ratificado la condena impuesta a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por un delito de agresión sexual en relación con el incidente ocurrido durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial de Fútbol 2023 en Australia, en el que supuestamente besó a la jugadora Jennifer Hermoso sin su consentimiento.

La sentencia, dictada este miércoles por la Sala de lo Penal, confirma la multa de 10.800 euros, que equivale a aproximadamente 12 millones de pesos en la moneda local, y mantiene la absolución del delito de coacciones. Además, la resolución también avala la sentencia previa que eximía a Rubiales de otros cargos y rechaza todos los recursos presentados tanto por la Fiscalía como por las partes acusadoras particulares y populares.

Supuestamente, el incidente ocurrió en un contexto de celebración tras la victoria de España en el Mundial femenino, en el que Rubiales le dio un beso en los labios a Hermoso, quien posteriormente declaró sentirse víctima de una acción no consentida.

La justicia considera que, aunque Rubiales argumentaba que el beso fue en un acto de celebración pública, la connotación sexual del acto fue evidente, y no se requiere que exista una intención libidinosa explícita para que se configure el delito.

El tribunal también ratificó la prohibición para Rubiales de acercarse a Hermoso a menos de 200 metros y comunicarse con ella durante un año. Además, ordenó que pague una indemnización de 3.000 euros, equivalentes a unos 3.300 dólares, por daños morales, junto con la mitad de las costas judiciales.

Cabe recordar que la controvertida escena generó un gran impacto mediático en todo el mundo y supuestamente causó malestar en la comunidad deportiva internacional.

La jugadora, que ascendió a la fama internacional tras su participación en el Mundial, afirmó sentirse víctima de un acto que traspasó los límites de la corrección social y que vulneró su consentimiento.

Por su parte, Rubiales insistió en que el beso fue un acto de afecto aceptado y que no tenía ninguna connotación sexual, argumentando que en ningún momento hubo ánimo libidinoso.

Sin embargo, la justicia española desestimó estos argumentos, señalando que la intención no era relevante en este tipo de delitos si el acto se realizó sin consentimiento y con una connotación sexual clara.

El fallo también recordó que los hechos no encajan en la categoría de agresión sexual si se consideran únicamente en un contexto de celebración pública, pero la sala subrayó que el acto en cuestión fue diferente a saludos habituales y que Rubiales no había besado a ninguna otra persona en circunstancias similares.

La sentencia establece que, en este caso, el beso en los labios de Hermoso tuvo una connotación claramente sexual, lo que justifica la condena.

Este incidente ha sido uno de los episodios más polémicos en la historia reciente del fútbol español y ha suscitado debates sobre la conducta en el deporte y el respeto por la integridad de las atletas.

La resolución judicial refuerza la importancia de respetar los límites personales en el ámbito deportivo y envía un mensaje claro sobre las consecuencias de acciones que vulneran la autonomía y la dignidad de las personas.

Supuestamente, la multa de 12 millones de pesos, aproximadamente 110.000 euros, busca enviar una señal de que hechos de esta naturaleza no serán tolerados, incluso en eventos de alta celebración y en el ámbito del deporte de élite.

La justicia española continúa abogando por la protección de los derechos de las víctimas y por la erradicación de conductas inapropiadas en todos los ámbitos sociales y deportivos.