Las nuevas construcciones de viviendas protegidas en Euskadi sufren una caída sin precedentes en 2025, especialmente en el ámbito privado, pese a los esfuerzos del Gobierno Vasco por mantener la estabilidad del sector inmobiliario.
Durante el primer semestre de 2025, el mercado de la vivienda en Euskadi ha experimentado una reducción drástica en la puesta en marcha de nuevas viviendas protegidas, en comparación con el mismo período del año anterior.
Según el último informe publicado por el Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV), las cifras reflejan una caída del 97,2% en las promociones privadas, y del 74,4% en las promovidas por el sector público.
En detalle, mientras que en 2024 se iniciaron 430 viviendas privadas de protección oficial (VPO), en 2025 solo se han comenzado 12, representando una reducción que ha alarmado a los actores del sector.
Este desplome se presenta en un contexto donde la construcción de viviendas protegidas siempre ha sido un pilar importante en la política de vivienda de Euskadi, una región que tradicionalmente mantiene un fuerte compromiso con la promoción de soluciones habitacionales asequibles.
Desde hace años, Euskadi ha sido pionera en políticas de vivienda social, con un enfoque que combina vivienda pública y privada, además de programas específicos como las viviendas tasadas autonómicas, una iniciativa que hasta el segundo trimestre de 2025 ha desaparecido por completo en la región, con una reducción de 128 unidades a cero.
En contraste, las viviendas libres han tenido un aumento significativo del 87,3%, alcanzando 1.322 unidades, en comparación con las 706 del mismo período del año anterior.
El gobierno vasco ha manifestado su preocupación ante estos datos y ha intentado tomar medidas para revertir la tendencia. El consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, mantuvo reuniones con promotores inmobiliarios en Lakua en mayo pasado, para buscar respuestas y evitar una mayor ralentización en el sector.
Itxaso subrayó que “el sector privado también debe contribuir a la promoción de vivienda protegida”, y solicitó a las empresas que no especulen ante la inminente aprobación de la nueva Ley de Medidas Urgentes.
A pesar de estos desafíos, la administración vasca mantiene su compromiso de cumplir con los objetivos de promoción pública de viviendas para 2025.
Se estima que en los próximos meses se iniciarán cerca de 1.000 viviendas protegidas, distribuidas entre el Departamento de Vivienda y la sociedad pública Visesa. De esas, 236 corresponderían al Departamento y 730 a Visesa, lo cual permitirá ajustarse a las metas anuales.
En materia de viviendas terminadas, el segundo trimestre de 2025 muestra una disminución del 38,5% respecto al mismo período de 2024, con un descenso de 709 a 436 unidades.
Sin embargo, en el apartado de protección, el número de viviendas calificadas se mantiene estable, con 436 unidades, frente a las 429 del año anterior (+1,6%).
Además, se observa un incremento del 48% en las viviendas protegidas terminadas en la iniciativa privada, pasando de 250 a 370 unidades, y la activación de 42 viviendas sociales promovidas por el sector privado, una cifra inexistente en la misma época del año pasado.
En resumen, aunque el primer semestre de 2025 revela una ralentización significativa en la promoción de viviendas protegidas en Euskadi, el Gobierno Vasco sigue comprometido con sus metas anuales.
Se preparan acciones concretas para que en la segunda mitad del año se reactive el sector y se recupere la inversión en vivienda social, que históricamente ha sido una prioridad en la política habitacional vasca, con inversiones que, a nivel europeo, también reflejan la importancia de este sector, con presupuestos que en algunos países exceden los 500 millones de euros anuales en programas de vivienda social.