El Departamento de Salud del Gobierno Vasco presenta un récord histórico de presupuesto para 2026, destinando más de 5.800 millones de euros para fortalecer el sistema público, impulsar la prevención, modernizar infraestructuras y fomentar la innovación centrada en los pacientes.

En Euskadi, el Departamento de Salud ha presentado su propuesta de Presupuestos para el año 2026, estableciendo una inversión histórica superior a los 5.850 millones de euros, aproximadamente 6.700 millones de euros en moneda euro, en línea con los objetivos de fortalecer y transformar el sistema sanitario público vasco. Este monto representa un incremento del 4,1% respecto al año anterior, reflejando el compromiso del Gobierno Vasco con una atención sanitaria de calidad y sostenible a largo plazo.

Alberto Martínez, consejero de Salud, destacó que estos presupuestos se diseñan para afrontar los principales retos del sistema sanitario, como el envejecimiento poblacional, la gestión de la pluripatología y el aumento de las demandas asistenciales.

La inversión se centra en potenciar la salud pública, mejorar la infraestructura, impulsar la investigación y la innovación, y promover una atención centrada en las personas.

Uno de los aspectos más destacados es la asignación de aproximadamente 6.000 millones de euros para Osakidetza, que representa más del 80% del total del presupuesto en salud y que crecerá un 4,06% respecto a 2025. Esto permitirá consolidar un sistema público robusto y eficiente, contando con una plantilla de más de 47.000 profesionales y una inversión en infraestructuras y tecnología que superará los 1.800 millones de euros, un aumento del 23% frente al año anterior.

Además, se pondrá en marcha un ambicioso Plan de Infraestructuras Sanitarias 2025-2032, dotado con más de 1.600 millones de euros, que dará lugar a la creación de nuevos centros de atención primaria, hospitales y mejoras en las instalaciones existentes en las tres provincias de Euskadi.

Entre estas actuaciones destaca la construcción de un Centro de Alta Resolución (CAR) en Durango y la modernización de hospitales en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

En materia de prevención y vacunación, se elevará la inversión en campañas vacunales en un 5%, sumando cerca de 4.700.000 euros, para reforzar la protección contra enfermedades como la gripe, meningitis, herpes zóster y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS). Además, se ampliará el programa de cribados neonatales y se incorporarán nuevas estrategias para detectar enfermedades en etapas tempranas, como los programas de cribado en patologías no oncológicas y riesgos cardiovasculares.

La innovación en salud es otra línea prioritaria, con una inversión cercana a los 54 millones de euros para potenciar la investigación, la transformación digital y el uso de inteligencia artificial.

Se establecerá una plataforma unificada de ensayos clínicos, se avanzará en la creación del Biobanco Digital de Euskadi y se renovarán equipos tecnológicos en diagnóstico y tratamiento, incluyendo resonancias magnéticas, TACs y tecnologías quirúrgicas de última generación.

En cuanto al tratamiento de los pacientes, se dedicarán más de 1.000 millones de euros a mejorar la atención en farmacia, cuidados hospitalarios y apoyos en domicilios. Se reforzarán las unidades de salud mental con más de 2.000 profesionales y se potenciarán los recursos para la atención infantojuvenil y los cuidados paliativos. Además, se prevé la apertura de ambulancias en nuevas localidades y la puesta en marcha de unidades de atención urgente en diferentes zonas.

La apuesta por la sostenibilidad y la equidad también se refleja en la reducción progresiva de la actividad concertada con entidades privadas, garantizando que el sistema público siga siendo la principal vía para la prestación de servicios sanitarios en Euskadi.

En definitiva, estos presupuestos consolidan la visión del Gobierno Vasco de un sistema sanitario universal, gratuito y centrado en el bienestar de la ciudadanía, preparado para afrontar los desafíos del futuro con inversión, innovación y compromiso social.