El Gobierno Vasco y diversos agentes sociales alcanzan un acuerdo que marcará el rumbo del sistema de salud en Euskadi durante los próximos años, priorizando la sostenibilidad y la atención centrada en el paciente.

En Euskadi, el consejero de Salud, Alberto Martínez, ha destacado que el acuerdo alcanzado por los diversos actores involucrados en la Mesa de Salud constituye un logro colectivo para toda la sociedad vasca.

Este pacto, que marca el inicio de la cuarta etapa, se basa en la revisión y consolidación del diagnóstico, los principios y valores que guían la política sanitaria en la región.

Tras décadas de avances, Euskadi ha establecido un marco estratégico que busca fortalecer y modernizar su sistema sanitario, considerando los cambios demográficos, epidemiológicos y tecnológicos que afectan a la población.

La aprobación de este acuerdo ha sido considerada un paso decisivo en la historia sanitaria del País Vasco, puesto que recolecta más de 150 objetivos e indicadores, además de cerca de 300 iniciativas concretas.

El consejero Martínez enfatizó que esta no es una meta ya alcanzada, sino el inicio de una nueva etapa diseñada para poner en marcha las acciones acordadas en áreas clave como la oncología, las enfermedades crónicas, las enfermedades raras, la salud mental, la atención primaria y la política de recursos humanos.

La estrategia tiene como propósito principal garantizar un sistema de salud sostenible, de calidad, equitativo y centrado en las necesidades del ciudadano.

El plan contempla una fuerte apuesta por la colaboración público-privada, siempre y cuando genere valor añadido y no suponga un incremento en el porcentaje de utilización de recursos privados, manteniendo la prioridad en la prestación de servicios públicos.

Además, se prioriza la eficiencia y la equidad, aspectos fundamentales para asegurar la sostenibilidad del sistema a largo plazo.

Este acuerdo forma parte de un compromiso mayor, el Pacto Vasco de Salud, que ya está en su cuarta fase y que ha sido fruto de amplios consensos entre representantes de diferentes ámbitos del sector sanitario, agentes sociales, partidos políticos, sindicatos, universidades y organizaciones de pacientes.

La participación activa de estos actores ha sido esencial para definir las 24 líneas estratégicas que guían el desarrollo de la política sanitaria regional.

Al respecto, el consejero Martínez afirmó que en esta hoja de ruta se ha trabajado con igualdad de voces y criterios, logrando coordinar más de 150 objetivos y metas medibles, así como iniciativas que contribuirán a crear un modelo de salud universal, más justo y preparado para los desafíos futuros.

Históricamente, la región del País Vasco ha mostrado un compromiso destacado con la innovación en salud, siendo pionera en la implementación de programas de atención primaria y en la incorporación de nuevas tecnologías médicas.

La apuesta por la sostenibilidad también tiene raíces profundas en su historia económica y social, caracterizada por su fuerte tejido industrial y educativo, que ha permitido mantener un sistema sanitario de alto nivel y con amplia cobertura.

En definitiva, la nueva etapa del Pacto Vasco de Salud busca consolidar estos logros y afrontar con eficacia las futuras necesidades sanitarias de la población.

Modelos similares en Europa, como el sistema sanitario de Alemania o el NHS del Reino Unido, también están en constante adaptación para garantizar que la atención médica sea accesible, eficiente y centrada en la persona, aspectos que Euskadi quiere seguir fortaleciendo en los próximos años.