El Gobierno Vasco aprueba modificaciones en el calendario de vacunación para 2026, aumentando la inversión en inmunización y introduciendo la vacuna frente al virus respiratorio sincitial en adultos de riesgo, además de cambios en la vacunación infantil y en estrategias de vacunación oportunista.
En Euskadi, el Departamento de Salud ha presentado la actualización del calendario vacunal para 2026, enmarcada dentro de una estrategia sostenida para fortalecer la salud pública a través de la prevención y la promoción de hábitos preventivos.
La inversión destinada a la prevención, y especialmente a las vacunas, se mantiene como prioridad dentro de los presupuestos de la Consejería de Salud para este ejercicio, con un total de 85 millones de euros destinados a Salud Pública.
En paralelo, la inversión en vacunas experimenta un incremento del 5% para el próximo año, situando la partida en 29,5 millones de euros, a los que se añaden 5 millones adicionales para la adquisición de vacunas contra la gripe.
Este marco presupuestario busca garantizar una cobertura amplia y una respuesta rápida ante cambios en epidemiología y evidencia científica.
La Dirección de Salud Pública y Adicciones, bajo la coordinación de Alberto Martínez, ha informado ya a Osakidetza, a los colegios profesionales sanitarios y a la red de centros sanitarios privados de Euskadi sobre los cambios introducidos y los criterios para su aplicación en cada caso.
Este proceso de comunicación busca asegurar una implementación homogénea y basada en la evidencia disponible, en consonancia con las recomendaciones del Consejo Asesor de Vacunas de Euskadi (CAVE).
Población adulta. La principal novedad en el calendario vacunal de la población adulta para 2026 es la inclusión de la vacuna frente al virus respiratorio sincitial (VRS) para los siguientes grupos de riesgo: personas trasplantadas de pulmón, independientemente del tiempo transcurrido desde el trasplante; y personas que hayan recibido un trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) o CAR-T en los dos últimos años, a partir de los 6 meses desde el tratamiento o desde el trasplante.
En cuanto a la vacuna frente al herpes zóster, se recomienda para los grupos con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad por sus condiciones de salud.
También se aconseja la vacunación oportunista, aprovechando cualquier consulta del o la paciente, a las personas de 65, 66 y 75 años. Asimismo, se recomienda completar con dos dosis las pautas de vacunación previamente iniciadas y que aún tienen pendiente la segunda administración.
Finalmente, se recomienda la vacunación oportunista frente al neumococo en la población adulta de 65 o más años, mediante VCN20, que conjuga una veintena de serotipos diferentes.
Calendario vacunal infantil. En el calendario infantil, se introducen dos actualizaciones para 2026: por una parte, se sustituye la vacuna contra el tétanos-difteria administrada a los 16 años por la vacuna combinada que incorpora también la tosferina (tétanos-difteria-tosferina), aumentando el refuerzo frente a la tosferina tras el incremento observado durante 2024.
Igualmente, se sustituye la vacuna contra el meningococo C por una vacuna más amplia, tetravalente, contra el meningococo A, C, W-135 e Y, en las dosis correspondientes a los 4 y 12 meses de edad.
Calendario vacunal adultos 2026 y Calendario vacunal infantil 2026. Mantener actualizados estos calendarios a lo largo de la vida es un objetivo permanente del Departamento de Salud, que se apoya en las recomendaciones del CAVE y en la evidencia científica disponible para adaptar estrategias de vacunación a cada etapa de la vida, con especial atención a grupos de riesgo y a la protección de la población más vulnerable.
A nivel histórico, Euskadi ha reforzado desde la década pasada su enfoque de inmunización para responder a brotes y cambios epidemiológicos, fomentando una cultura de prevención que ha contribuido a mejoras continuas en la cobertura vacunal y, en consecuencia, a la reducción de enfermedades prevenibles por vacuna.
Esta coyuntura actual se inscribe en ese marco de continuidad y renovación basada en evidencia, con el objetivo de elevar la protección comunitaria en los años venideros.