El Gobierno Vasco aprueba cuatro subvenciones por un total cercano a los 8 millones de euros para mejorar espacios públicos, promover la accesibilidad y revitalizar barrios en la comarca de Debabarrena entre 2025 y 2027, en un esfuerzo por fortalecer la cohesión social y el bienestar ciudadano.

El Gobierno Vasco ha aprobado hoy la concesión de cuatro ayudas económicas directas a los ayuntamientos de Eibar, Ermua, Soraluze-Placencia de las Armas y Elgoibar, con un importe total de aproximadamente 8,3 millones de euros (unos 8 millones de euros), en el marco del Plan Estratégico de regeneración socioeconómica de Debabarrena.

Estas subvenciones, sumadas a otra de 1 millón de euros aprobada previamente para la adquisición del edificio Ugartetxea en Eibar, buscan impulsar proyectos que mejoren la calidad de vida en la comarca, promoviendo espacios públicos más accesibles, sostenibles y de uso comunitario.

Estas iniciativas se desarrollarán entre 2025 y 2027 y están diseñadas para transformar la zona de Debabarrena en una zona más habitable, verde y cohesionada.

De acuerdo con las declaraciones del viceconsejero de Planificación Territorial y Agenda Urbana, Juan Carlos Abascal, la regeneración urbanística es efectiva cuando se traduce en resultados concretos, tales como el aumento de vivienda, la creación de plazas públicas, la recuperación de zonas ribereñas, mejoras en edificios obsoletos y la dotación de equipamientos que favorezcan la convivencia.

Los proyectos aprobados tienen como objetivo abordar diferentes ámbitos estratégicos, como la generación de nueva vivienda, la recuperación de espacios libres, la mejora de la accesibilidad y la revitalización de zonas industriales y comerciales anteriores.

La prioridad es conseguir municipios más sostenibles, saludables y amigables para quienes los habitan.

Uno de los proyectos destacados es la regeneración de Olaldea en Soraluze, con una inversión de aproximadamente 3,4 millones de euros (unos 3,3 millones de euros).

La intervención contempla la demolición de edificios industriales en desuso y la creación de nuevos espacios urbanos que conecten con el centro histórico, además de impulsar la generación de vivienda social para responder a la emergencia habitacional actual.

En Elgoibar, se destinarán cerca de 1,8 millones de euros (alrededor de 1,75 millones de euros) a la recuperación de la plaza Usetxe y a la reconstrucción de un edificio emblemático destinado a equipamiento cultural.

Este proyecto busca revitalizar el centro del municipio, poniendo en valor el río Deba, recuperando espacios verdes y promoviendo una mayor inclusión social y seguridad ciudadana.

Eibar, por su parte, recibirá aproximadamente 1 millón de euros (unos 970 mil euros) para adquirir y reurbanizar un inmueble en Barrena 13, que será transformado en un espacio público y un aparcamiento con aproximadamente 80 plazas.

Además, en colaboración con el proyecto en la antigua fábrica Hijos de Gabilondo, que está siendo rehabilitada con fondos del Gobierno Vasco, se eliminará un edificio industrial abandonado y se creará un centro de formación y empleo, con la intención de impulsar el desarrollo socioeconómico en la zona.

Finalmente, en Ermua, se invertirán cerca de 1,13 millones de euros (unos 1,1 millones de euros) en la rehabilitación de la Plaza del Mercado. Este espacio será convertida en un centro sociocultural accesible y sostenible, promoviendo actividades comunitarias y revitalizando el centro del municipio mediante un proceso participativo que involucra a los vecinos.

Estas ayudas refuerzan el compromiso del Gobierno Vasco con la mejora de la convivencia ciudadana, la sostenibilidad ambiental y el fortalecimiento económico de Debabarrena.

Such initiatives representan una apuesta decidida por transformar estos municipios en lugares más habitables, verdes y cohesionados, en línea con los objetivos de la estrategia Vasca 2030 y la agenda urbana que busca poner a las personas en el centro del desarrollo urbanístico y social.

La continuidad y visión a largo plazo de estos proyectos pretenden dejar un legado de espacios públicos renovados y comunidades más resilientes y participativas.