El sector pesquero vasco presenta datos destacados en capturas, valores económicos y proyectos sostenibles de cara al año 2025, incluyendo la gestión de cuotas, precios en lonjas y avances en acuicultura.

En la región de Euskadi, el mercado pesquero continúa mostrando cifras relevantes tanto en volumen como en valor económico, reflejando la vitalidad y los retos que enfrenta el sector.

El precio promedio en primera venta en las lonjas vascas de pescado se sitúa en torno a los 3,90 euros por kilogramo, lo que evidencia una estabilidad en los valores del mercado.

De cara al año 2025, la cuota estatal de pesca del Bonito del Norte ha sido establecida en aproximadamente 26.000 toneladas—una cifra que busca equilibrar la actividad pesquera con la sostenibilidad de la especie. Hasta el 4 de agosto, se han registrado aproximadamente 12.150 toneladas de capturas, lo que representa cerca del 47% de la cuota total. La flota vasca ha contribuido con aproximadamente 7.100 toneladas, alcanzando el 60% de las capturas totales en el ámbito estatal.

Para contextualizar, esta especie, también conocida como atún del Golfo de Vizcaya, tiene una gran importancia histórica y económica en Euskadi, donde en el pasado se vivieron épocas de auge en la pesca y conservación del atún, gracias en parte a la tradición de la conservação en salazón y en conserva.

La gestión de la cuota y los precios en lonja reflejan la consolidación de esta actividad en la economía marítima vasca.

Los desembarques en los puertos de Bizkaia y Gipuzkoa alcanzan las 6.000 toneladas, distribuidas en distintos puertos. En Bermeo, por ejemplo, se desembarcaron cerca de 550.000 kg de pescado, con un precio medio de 3,75 euros por kilo. Ondarroa y Getaria también registraron desembarques significativos con precios de aproximadamente 3,10 y 3,96 euros por kilo respectivamente. Pasaia y Hondarribia entregaron alrededor de 115.000 y 1.500.000 kg, con precios que oscilan entre 3,40 y 3,81 euros por kilo. Estas cifras demuestran la importancia de Euskadi en la distribución y comercialización de pescado en el norte de España.

En cuanto a otras especies, la costera de anchoa, con una cuota establecida en 28.600 toneladas a nivel estatal, ha visto que la flota vasca pescó para el primer semestre del año 7.200 toneladas, mientras que la parte destinada para el segundo semestre, de 800 toneladas, se pretende capturar en los próximos meses. La actividad de la flota se ha ajustado a los límites establecidos, permitiendo mantener la sostenibilidad.

Respecto al verdel, de una cuota asignada de 7.500 toneladas, la flota vasca ha capturado aproximadamente 5.800 toneladas. Sin embargo, las embarcaciones de menor tamaño, que usan artes menores como palangres y redes pequeñas, apenas lograron aprovechar el 35% de su cuota.

Para mitigar las pérdidas de ingresos, el gobierno vasco ha puesto en marcha ayudas económicas de unos 800 euros por tripulante afectado, destinadas a compensar parcialmente estas bajas capturas.

En la innovación y la acuicultura, destaca el proyecto piloto de engorde de atún rojo en una granja marina en Getaria, en colaboración con AZTI. En julio, se lograron capturar los primeros 50 ejemplares de entre 70 y 80 kilos, alimentados con sardinas y verdeles congelados. La experiencia busca analizar la calidad, el peso y el rendimiento económico de estos ejemplares, preparando el camino para una posible escalada en la producción, de entre 500 y 1000 atunes en el futuro cercano.

Por otro lado, la flota de altura, especialmente la ubicada en Ondarroa, sigue una temporada marcada por varias especies. En primavera, la captura de verdel y anchoa, y en verano y otoño, el bonito del Norte. Estas embarcaciones, que también pescan merluza, rape y gallo durante todo el año, han mantenido buenos niveles de producción en el primer semestre, sin diferencias significativas respecto a años anteriores.

El impacto del cambio climático en la actividad pesquera vasca aún está en estudio, pero las primeras observaciones muestran que, aunque el aumento de la temperatura del agua es una realidad, de momento no se ha detectado un cambio drástico en las rutas migratorias o comportamientos de las especies.

Sin embargo, las autoridades están preparando los puertos para el posible aumento del nivel del mar. Inversiones en la mejora de los diques y en la pavimentación de muelles forman parte de estas acciones preventivas, que proyectan finalizar en 2024.

La flota vasca es diversa y dinámica. Incluye aproximadamente 30 barcos atuneros congeladores en los tres océanos, 14 embarcaciones de altura en aguas francesas con 150 tripulantes, 40 barcos de cerco y cebo vivo con más de 550 personas, 25 de cacea con 125 tripulantes, y cerca de 50 unidades de bajura con unas 100 personas, demostrando la variedad y la importancia de la actividad marítima en la economía del País Vasco.