El Gobierno Vasco destinará 250.000 euros en los presupuestos de 2026 para apoyar a municipios pequeños en la implementación del Plan de Movilidad Sostenible, que busca reducir el uso del vehículo privado y potenciar la movilidad activa y el transporte público en Euskadi.
En Euskadi, la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, anunció que en los presupuestos del próximo año se incluye una partida de 250.000 euros, aproximadamente 227.000 euros en moneda europea, destinada a apoyar a los municipios más pequeños en la implementación de medidas del Plan de Movilidad Sostenible de Euskadi.
Este plan, considerado una hoja de ruta para los próximos diez años, busca transformar radicalmente la movilidad en la región, promoviendo alternativas sostenibles y adaptadas a las necesidades de sus residentes.
La aprobación provisional de dicho plan fue publicada ayer, tras un proceso participativo que contempló la recepción de 742 alegaciones, reflejando el interés y la implicación de la ciudadanía en la transformación del sistema de transporte vasco.
El plan contempla un total de 122 acciones a corto, medio y largo plazo, muchas de las cuales apuntan a mejorar la calidad de vida urbana y reducir la congestión vehicular.
Entre las recomendaciones destaca la extensión de medidas de calmado de tráfico en municipios de entre 25.000 y 50.000 habitantes, sumando a localidades de mayor tamaño, los cuales representan aproximadamente el 73% de la población de Euskadi.
Este enfoque busca que las ciudades y pueblos puedan priorizar modos de movilidad más sostenibles, como la movilidad activa y el transporte público, frente al uso del vehículo privado.
La inversión de 250.000 euros en 2026 está dirigida a facilitar el análisis y el diseño de nuevas actuaciones que, sin obligación legal, puedan ser adoptadas por los municipios que deseen avanzar en esta dirección.
El Plan de Movilidad Sostenible tendrá una vigencia de una década, durante la cual se pretende reducir el 30% del uso del coche en los más de 6,5 millones de desplazamientos diarios en Euskadi, una región caracterizada por su alta densidad de población y movilidad.
La iniciativa surge en un contexto en el que Euskadi busca adaptarse a las tendencias globales de movilidad sostenible, inspirándose en experiencias de otras regiones europeas, como las áreas metropolitanas de Ámsterdam, Copenhague y Viena, que han logrado reducir significativamente el uso del automóvil en favor de opciones más ecológicas.
García Chueca destacó que este plan pretende ser una herramienta para que la gente acceda a mejores oportunidades sociales y económicas, haciendo que la movilidad deje de ser un obstáculo y pase a ser un elemento dinámico para la inclusión social.
La apuesta también busca potenciar la cohesión social, garantizando que el transporte público sostenible sea accesible para todas las personas, independientemente de su nivel socioeconómico.
En la historia de Euskadi, la movilidad ha sido un motor fundamental para su desarrollo económico y social. Desde la construcción de la Cuenca del Nervión en el siglo XIX, que facilitó la actividad industrial, hasta las modernas redes de transporte ferroviario y metropolitano, la región ha mostrado un compromiso constante con la innovación en movilidad.
La actual estrategia refleja esa tradición, buscando integrar sostenibilidad, accesibilidad y eficiencia en un modelo que aspire a ser un referente en Europa en movilidad urbana.
Con estos pasos, Euskadi reafirma su compromiso con una movilidad más verde y socialmente inclusiva, en línea con los objetivos internacionales para combatir el cambio climático y promover ciudades más saludables y habitables para sus habitantes.