Las muestras de ADN de sus hijos facilitaron la exhumación y reconocimiento de los restos de Juan Frías Martín, vecino de Alfarnate, Málaga, que falleció en prisión en 1941. Con esta, ya son 18 las víctimas identificadas en el cementerio de Orduña desde 2014, y Gogora continúa con la búsqueda de los 75 restos restantes.

En la región vasca, los restos de Juan Frías Martín, natural y residente en Alfarnate, Málaga, han sido entregados a su familia tras un largo proceso de identificación.

Este hombre, que falleció en marzo de 1941 en la prisión franquista de Orduña, fue víctima de la represión causada por la Guerra Civil Española. La exhumación y reconocimiento de sus restos han sido posible gracias a las muestras de ADN proporcionadas por dos de sus hijos, quienes colaboraron en el proceso para lograr esta importante victoria de la memoria histórica.

Juan Frías Martín, un agricultor de 39 años en aquella época, fue arrestado en 1937 acusado de colaborar con la república y posteriormente condenado a 12 años y un día de prisión tras un consejo de guerra.

En 1939, fue trasladado desde la prisión provincial de Málaga a la Prisión Central de Orduña, donde permaneció hasta su fallecimiento en 1941. La historia de Juan es solo uno de los muchos casos de víctimas que perieron en ese campo de concentración y que ahora comienzan a ser reconocidas y restablecidas en su dignidad.

El proceso de identificación ha sido una labor de larga data, que comenzó en 2014, cuando se iniciaron las tareas para recuperar y analizar restos óseos en el cementerio de Orduña.

Hasta la fecha, se han logrado identificar genéticamente a 18 víctimas de un total de 93 recuperadas en ese cementerio, que se convirtió en un símbolo de los crímenes y la represión del franquismo.

Gogora, la organización encargada de la memoria histórica en Euskadi, continúa trabajando arduamente para identificar a los 75 restos restantes, promoviendo el uso de la tecnología forense y la colaboración familiar.

La intervención de la Consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha sido fundamental en la formalización del proceso, al acudir personalmente a Alfarnate para devolver los restos de Juan Frías a su familia.

En la ceremonia, también estuvieron presentes el alcalde de Alfarnate, Juan Jesús Gallardo, y otros miembros de la comunidad. La familia, que cuenta con dos hijos todavía vivos, agradeció el gesto y expresó la esperanza de que estos actos contribuyan a cerrar heridas abiertas por décadas de silencio.

Es importante señalar que la historia de Juan refleja el impacto de la represión en miles de familias españolas, muchas de las cuales aún esperan reconocimiento y justicia.

La exhumación y reconocimiento de víctimas en el cementerio de Orduña es un ejemplo de la labor de recuperación de la memoria, que también ayuda a entender el contexto histórico de una guerra civil que dejó profundas heridas y divisiones en la sociedad española.

El proceso de identificación se basa en el análisis genético, donde se comparan muestras de ADN de familiares con restos óseos. La colaboración de los descendientes es esencial, ya que muchas veces se necesita aportar varias muestras para confirmar la identidad. Estas labores no solo representan un acto de justicia, sino también un paso importante en la recuperación de la verdad histórica.

Las autoridades y organizaciones implicadas hacen un llamado a las familias de desaparecidos a ponerse en contacto con Gogora para facilitar futuras identificaciones.

Toda la información pertinente puede consultarse en su página web o en los canales de contacto habilitados. De esta manera, se continúa honrando la memoria de aquellos que padecieron en silencio y se promueve la justicia y el reconocimiento que merecen.