Un emotivo acto en Laguardia recuerda a las tres víctimas de la represión franquista en 1936, resaltando la importancia de la memoria histórica y la dignificación de los derechos humanos.

En Laguardia, Euskadi, se llevó a cabo un emotivo acto de dignificación en memoria de tres personas que fueron asesinadas extrajudicialmente el 25 de julio de 1936. La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, junto a Alberto Alonso, director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, asistieron a este evento que recuerda un capítulo oscuro de la historia española.

San José se refirió a este ‘ruin e injusto asesinato’ que tuvo lugar en una choza rural, donde Juan Larreta Larrea, un maestro originario de Pamplona; Antonio Bombín Hortelano, un fraile franciscano de Anguciana, y una tercera persona cuya identidad aún no se ha recuperado, fueron víctimas del conflicto civil.

“Estos son solo algunos de los miles de jóvenes anónimos que yacen olvidados en las cunetas de España, cuyas vidas y sueños resultaron truncados en nombre de una patria que, lamentablemente, no les dio cabida”, expresó la consejera en su discurso.

Ambos, Larreta y Bombín, se alinearon con el ideal socialista así como la consejera enfatizó que estos hombres ‘murieron por defender las convicciones sobre las que se fundamenta nuestra actual sociedad vasca’. A sus palabras, añadió que fueron sacrificados en nombre de una ‘patria asfixiante y homogénea’ por aquellos que intentaban imponer un modelo totalitario.

Estas visiones excluyentes han causado un profundo dolor y heridas aún abiertas en la sociedad vasca, evidentes en la memoria colectiva.

Juan Larreta fue un destacado fundador del círculo socialista en Treviana y fue la primera persona en proclamar la Segunda República en esa localidad.

Por su parte, el padre Bombín dejó un legado escrito en su columna ‘Con-Ciencia’ en el semanario Izquierda Republicana, donde expresó que ‘el pueblo no solo pide pan, sino también justicia, ciencia y razón’. María Jesús San José resaltó que su único ‘delito’ consistió en defender sus ideas, por lo que fueron vilmente asesinados, luchando renudamente por el derecho de cada individuo a vivir dignamente y por la igualdad fundamental de todos.

El Gobierno Vasco, a través de Gogora, en colaboración con el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Laguardia y la asociación de memoria histórica La Barranca, presentaron un tótem conmemorativo en el sitio donde se perpetraron los asesinatos.

El tótem sirve como un símbolo que busca recuperar y dignificar las memorias de los caídos.

“Hoy, aquí, queremos alzar nuevamente nuestras voces, reconocer la injusticia de estos crímenes y solicitar perdón por años de silencio”, afirmó San José, subrayando la gran deuda que la sociedad tiene con las víctimas y sus familias.

El evento contó con la participación de varios oradores, entre ellos Raúl García, alcalde de Laguardia, Asun Larreta, nieta de Juan Larreta, y Carlos Muntián, representante de la familia del padre Bombín.

Juntos, los asistentes depositaron flores en el lugar donde sus antepasados sucumbieron, un acto simbólico para honrar su memoria y su lucha por un mundo más justo y equitativo.

Este acto de dignificación se llevó a cabo en la carretera conocida como Senda de la Traición, el tótem situado allí declara: ‘Asesinados en este lugar el 25 de julio de 1936, por quienes se alzaron contra la democracia y los derechos humanos.

No os olvidamos’. Las palabras de cada asistente resonaron en el viento, recordando a todos que la memoria histórica es fundamental para avanzar hacia un futuro donde se respeten los derechos de cada individuo, sin importar su ideología ni su origen.