Las obras de rehabilitación de la histórica Antigua Aduana en Irun continúan gracias a una subvención de aproximadamente 4,8 millones de euros del Gobierno Vasco, con el objetivo de convertir el edificio en un centro de innovación y desarrollo urbano para 2027.
En la ciudad de Irun, en el País Vasco, los trabajos de recuperación y transformación de uno de sus edificios históricos más emblemáticos avanzan a buen ritmo.
La Antigua Aduana, construida en 1882 y en desuso desde 1993, es objeto de un ambicioso proyecto de regeneración urbana que busca revitalizar el entorno ferroviario en desuso y convertirlo en un centro de innovación y cohesión social.
Este proyecto, que forma parte del plan estratégico de la ciudad, cuenta con una subvención de aproximadamente 4,79 millones de euros (valorando en 5 millones de dólares) otorgada por el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco, con la finalidad de rehabilitar el edificio y sus anexos para finales de 2027.
La inversión incluye la recuperación de elementos arquitectónicos originales, la modernización de las instalaciones y la adecuación del espacio para usos públicos y de desarrollo económico.
La Antigua Aduana, ubicada en la calle Aduana número 18, es un símbolo patrimonial para la ciudad. Su rehabilitación no solo preserva su valor histórico, sino que también lo cataliza como motor de progreso para toda la zona ferroviaria circundante, que actualmente se encuentra en estado de abandono.
La iniciativa pretende recuperar esos espacios para beneficio de la ciudadanía, transformándolos en un Distrito Urbano Innovador (“iHub”) que concentrará actividades relacionadas con la formación, el emprendimiento, la innovación tecnológica y el desarrollo empresarial.
El inicio de los trabajos fue supervisado por el consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, y la alcaldesa de Irun, Cristina Laborda. Durante su visita, destacaron que este proyecto marcará un antes y un después para la ciudad. Itxaso expresó que “la rehabilitación de la Antigua Aduana permitirá no solo conservar un edificio histórico, sino que también abrirá nuevas oportunidades para la creación de un espacio de referencia en innovación y desarrollo social, impulsando la cohesión y la sostenibilidad”.
Por su parte, Laborda resaltó que “recuperar esta joya arquitectónica en desuso es un paso clave en la estrategia de regeneración urbana de Irun, y la transformará en un epicentro de actividad social y económica para toda la comunidad”.
El proceso de obras, que se enmarca en una serie de fases iniciadas en 2023, comprenden actuaciones para preparar el edificio, que incluyen el desmontaje de forjados y elementos de madera en mal estado, la retirada de instalaciones obsoletas y la limpieza integral.
También se procederá a la restauración de los muros y dinteles, así como a la renovación de las cubiertas, que serán sustituidas por estructuras nuevas y modernas.
La empresa encargada de esta fase, Obras de Construcción e Instalaciones, S.A. (OCISA), ha sido adjudicada por aproximadamente 1,97 millones de euros (IVA incluido) y tiene un plazo de ejecución de 12 meses.
La recuperación del inmueble forma parte de un proceso de intervención planificado desde 2023, cuando la Junta Local de Gobierno aprobó la adquisición del edificio al Estado por un importe cercano a los 1,66 millones de euros.
Desde entonces, se han realizado estudios y trabajos preliminares por valor de más de 268 mil euros, además de tareas de limpieza y desescombro, que han permitido evaluar en detalle el estado de conservación del edificio y definir las labores de rehabilitación definitiva.
En paralelo, también se ha habilitado un espacio de innovación situado en la zona de Pío XII – Serapio Mujika, con una inversión de aproximadamente 481.996 euros. Este laboratorio urbano tiene como objetivo acompañar la digitalización del comercio local y ofrecer un espacio de encuentro para agentes del conocimiento, instituciones y empresas, anticipando el funcionamiento del futuro distrito de innovación en la Antigua Aduana.
El proyecto de regeneración pretende transformar un patrimonio histórico en un centro de actividades que impulse la economía local, promueva la innovación social y tecnológica y fomente la cohesión social en Irun.
La recuperación y futura puesta en marcha del Distrito Urbano Innovador consolidarán la posición de la ciudad en el mapa del desarrollo sostenible y las ciudades inteligentes, posicionando a Irun como referente en políticas urbanas innovadoras en la región del País Vasco.
Con este avance, Irun avanza con firmeza en su estrategia de revitalización urbana, donde la conservación del patrimonio histórico se combina con nuevas oportunidades económicas y sociales, todo ello respaldado por una inversión significativa que demuestra el compromiso institucional con un futuro más sostenible y conectado.