El Observatorio Vasco de la Vivienda presenta datos del tercer trimestre de 2025 que muestran un incremento en las operaciones de compraventa y en el precio medio de la vivienda en Euskadi, además de señalar una relativa estabilidad en la carga financiera para los hogares.

En el tercer trimestre del año 2025, el Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV) publicó su informe estadístico que detalla la evolución del mercado inmobiliario en Euskadi, una región que ha tenido un papel destacado en la economía española, tanto por su tradición industrial como por su crecimiento en el sector servicios y tecnológico.

El análisis, basado en datos proporcionados por los Registradores de la Propiedad, revela un aumento en las transacciones inmobiliarias, en los precios de las viviendas y en las cuotas hipotecarias, aspectos que reflejan una recuperación del mercado tras varios años de incertidumbre.

Durante este período, el número de compraventas de viviendas libres en Euskadi experimentó un crecimiento interanual del 5,2%. En números absolutos, la cantidad pasó de 6.422 operaciones en 2024 a 6.754 en 2025. La mayor parte de este incremento proviene del aumento en las transacciones de viviendas de segunda mano, que creció un 5,8% hasta alcanzar las 5.431 operaciones. La vivienda usada ha consolidado su liderazgo en el mercado, ya que tradicionalmente representa una proporción significativa del total de transacciones inmobiliarias en la región.

Por otro lado, la vivienda nueva también mostró un comportamiento positivo, aunque con un incremento más moderado del 2,7%, lo que indica una cierta recuperación en el sector de la construcción.

Este dinamismo sitúa a Euskadi ligeramente por encima del ritmo de crecimiento del conjunto de España, donde las compraventas aumentaron un 4,7%, reflejando así una tendencia favorable en las principales comunidades de la península.

Uno de los aspectos más relevantes del informe es el incremento en el precio medio de la vivienda libre. En el tercer trimestre de 2025, el coste promedio se situó en 3.274 euros por metro cuadrado, lo que representa una subida del 7,7% respecto al mismo período del año anterior. Este aumento confirma una tendencia alcista en los valores inmobiliarios, una tendencia que en los últimos años ha sido impulsada por la demanda interna y el aumento en los costes de construcción.

El mercado de vivienda usada continúa siendo el principal motor de la escalada de precios, ya que creció un 8%, superando ampliamente el incremento del 6% que registró la vivienda nueva.

A nivel nacional, el incremento en el precio medio de la vivienda fue del 9%, lo que confirma que Euskadi mantiene una dinámica de crecimiento sólida, aunque ligeramente más contenida comparada con otras regiones de España.

Pese a la escalada en los precios, la carga financiera de los hogares en Euskadi se mantuvo relativamente estable. El porcentaje del salario dedicado al pago de la cuota hipotecaria apenas vari� un 0,2% respecto a igual período en 2024, cifra que contrasta con el incremento del 5,1% registrado en el mismo período del año anterior.

Esto indica una cierta estabilización en la capacidad de endeudamiento de las familias vascas.

En cuanto a las cuotas hipotecarias, el importe medio alcanzó los 814,37 euros mensuales, lo que en euros equivaldría a unos 760 euros, considerando el tipo de cambio y la inflación local.

Este valor representa un aumento del 3,1% en comparación con 2024, pero mucho más moderado que el crecimiento del 7,5% en el mismo período del año anterior, sugiriendo una ralentización en el encarecimiento mensual para los compradores.

Históricamente, Euskadi ha tenido un papel importante en el mercado inmobiliario del país, siendo un referente en innovación y sostenibilidad en la vivienda.

La región, con sus ciudades como Bilbao, San Sebastián y Vitoria, ha experimentado una constante evolución en sus políticas de vivienda, buscando no solo responder a las necesidades de sus residentes, sino también fomentar un desarrollo urbano sostenible.

El crecimiento en las compraventas y en los precios, junto con la relativa estabilidad en la carga financiera personal, indican un escenario positivo para el mercado inmobiliario en Euskadi en los próximos años, siempre que se mantengan las condiciones macroeconómicas actuales y se continúe promoviendo una oferta equilibrada y accesible para todos los ciudadanos.