En Euskadi, más de 20.000 empresas colaboran con la Formación Profesional, logrando una tasa de inserción laboral cercana al 90 %. La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, destacó el papel de esta red colaborativa en el desarrollo económico y social, y la importancia de la cooperación entre centros, empresas y comunidad.

En la región del País Vasco, la participación activa de más de 20.000 empresas en la Formación Profesional (FP) ha sido clave para fortalecer el vínculo entre la educación y el mercado laboral. Esta estrecha colaboración permite a los estudiantes adquirir experiencia práctica en entornos reales de trabajo, facilitando así su inserción laboral.

Gracias a este modelo, Euskadi ha alcanzado una tasa de empleabilidad cercana al 90 %, convirtiéndose en un ejemplo a seguir en el ámbito de la formación dual.

Durante la entrega de los Premios HETEL 2025, la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, resaltó la importancia de la cooperación en la transformación del sistema formativo vasco.

El evento, organizado por la asociación que agrupa a 33 centros de formación profesional, tuvo lugar bajo el lema “La colaboración como clave para lograr la transformación”, y reunió a representantes de instituciones, empresas y centros educativos.

Pedrosa subrayó que el progreso de Euskadi se construye con esfuerzo compartido, cercanía y hechos concretos. En su discurso, enfatizó que la confianza entre los diferentes actores es el pilar fundamental para impulsar una educación de calidad y orientar el desarrollo económico.

La consejera resaltó que esta red de colaboración, que hoy incluye a más de 20.000 empresas, se traduce en tasas de inserción laboral cercanas al 90 %, consolidando el modelo vasco de FP como un referente en toda España.

El sistema de Formación Profesional en Euskadi se ha caracterizado por su adaptabilidad, incluyendo cerca de 7.000 plazas destinadas a estudiantes que requieren apoyos específicos. Este enfoque inclusivo, a través de grados básicos, formación modular y itinerarios personalizados, facilita que personas con distintas necesidades puedan acceder a una formación de calidad y oportunidades de empleo.

Además, la igualdad de género ha avanzado notablemente en este ámbito. Actualmente, representa un 35,6 % del alumnado femenino, con presencia creciente en sectores industriales estratégicos, como la tecnología, la ingeniería y la producción manufacturera.

La consejera Pedrosa destacó que la FP vasca no solo cualifica a los jóvenes, sino que también acompaña sus proyectos de vida y contribuye a fortalecer la competitividad del país.

Según sus palabras, “la formación bien diseñada y en diálogo con la empresa garantiza oportunidades reales para todas las personas y fomenta la cohesión social”.

Desde el Departamento de Educación, se trabaja en mantener una estructura pública sólida, flexible y en constante diálogo con el entorno, que responda a las necesidades del tejido industrial y social.

La colaboración entre instituciones, centros y empresas ha sido fundamental para consolidar un sistema formativo que evoluciona en consonancia con los cambios del mercado laboral y las demandas sociales.

En el marco de estos reconocimientos, también se felicitó a empresas como GRI, Ingeteam y RPK, que han demostrado un compromiso destacado con la formación y el talento joven en Euskadi.

Estos reconocimientos refuerzan la idea de que el éxito del sistema formativo vasco depende de la unión de esfuerzos entre todos los actores implicados, que juntos trabajan para garantizar un futuro próspero y equitativo.

Históricamente, la apuesta del País Vasco por la FP se remonta a décadas atrás, siendo uno de los primeros territorios en implementar un sistema de formación dual en España, inspirado en modelos alemanes y suizos.

La fortaleza de su sistema se refleja en la alta empleabilidad de sus egresados y en la adaptación a las necesidades del sector industrial y tecnológico, que ha llevado a Euskadi a liderar varias iniciativas europeas en innovación educativa y laboral.

En los últimos años, con un presupuesto equivalente de aproximadamente 22 millones de euros (unos 19 millones de euros en moneda local), se ha reforzado aún más esta estrategia, impulsando la innovación, la digitalización y la inclusión social.