El Gobierno Vasco y la Administración Tributaria de Euskadi inician una revisión de su política fiscal en 2024 con el objetivo de alinear recaudación y políticas públicas hacia una economía más responsable, sostenible y competitiva, fomentando el empleo y la igualdad social.

En Euskadi, el director de la Administración Tributaria, Iñigo Barandica, presentó hoy los avances de la revisión fiscal prevista para 2024 durante la jornada titulada "Euskadiko Enpresetatik Mundura" (BBK Kuna).

La reunión formó parte de la mesa de trabajo "Palancas para favorecer la competitividad sostenible", donde se resaltó que la política fiscal de la región debe tener un doble propósito: ofrecer servicios públicos de alta calidad y, al mismo tiempo, ser un instrumento que promueva la creación de riqueza y empleo.

Barandica afirmó que la revisión fiscal en Euskadi busca identificar los principales desafíos sociales y económicos de cara a los próximos años.

Este análisis se realizó en colaboración con las Diputaciones Forales y la Dirección de Innovación Social y Agenda 2030, con el fin de evaluar cómo las Normas Forales contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La evaluación mostró que muchas de las medidas adoptadas, que van desde incentivos medioambientales hasta políticas de conciliación familiar, aportan a metas globales como la lucha contra el cambio climático, la igualdad de género y la sostenibilidad urbana.

El Gobierno Vasco está comprometido con acciones concretas para materializar estos objetivos, incluyendo la alineación de sus presupuestos con la Agenda 2030, así como la movilización de recursos públicos y privados.

En este sentido, se han desarrollado instrumentos financieros verdes, como la emisión de bonos sostenibles, que desde 2018 ha producido nueve emisiones equivalentes a aproximadamente 761 millones de euros (unos 735 millones de dólares).

Estos recursos se destinan a financiar la transición hacia un modelo productivo más responsable, eficiente y competitivo.

Barandica remarcó que la fiscalidad no debe entenderse solo como un medio de recaudación, sino también como una herramienta para fomentar comportamientos positivos en la sociedad.

De ese modo, puede orientar la economía hacia un modelo baja en emisiones y más igualitario. Además, hizo un llamado a mantener un diálogo activo con empresas, sindicatos y colectivos sociales para ampliar el impacto de estas políticas fiscales y garantizar que las medidas favorezcan la creación de empleo, la innovación y la cohesión social.

El ejecutivo vasco reafirmó su compromiso con un sistema fiscal que combine una eficiente recaudación con políticas públicas que apoyen la sostenibilidad y la competitividad.

Asimismo, invitó a todo el tejido económico y social a contribuir con propuestas para que la fiscalidad sea una herramienta de transformación social y ecológica, en línea con los objetivos de la Agenda 2030.

En un contexto global donde los desafíos económicos y ambientales se intensifican, la región del País Vasco busca posicionarse como un referente en la implementación de políticas fiscales innovadoras y sostenibles.

La incorporación de instrumentos financieros especializados, como los bonos verdes, y la participación activa de la sociedad civil, serán clave para alcanzar un crecimiento más inclusivo, respetuoso con el medio ambiente y que promueva el bienestar de toda su población.

Este esfuerzo forma parte de una estrategia más amplia que contempla la adaptación de las políticas fiscales a las necesidades de un mundo en transformación, poniendo especial énfasis en la lucha contra el cambio climático, la igualdad social y el desarrollo económico sostenible.