Informe del Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV) sobre la evolución de la construcción en Euskadi en 2024 y la apertura de 2025, con datos de licencias, presupuesto, VAB, empleo y costes, junto a líneas de impulso para el sector.

El Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV) ha presentado su informe titulado «El sector de la construcción en Euskadi. 2024 y comienzo 2025», que ofrece una lectura detallada de la evolución reciente de la actividad, los costos, la edificación y el empleo en la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Este documento, elaborado para analizar coyunturas y definir líneas de impulso, sitúa a la rehabilitación como motor destacado del 2024 y arroja datos clave sobre la construcción de nueva planta, el rendimiento económico del sector y los retos estructurales a medio plazo.

Rehabilitación: máximo histórico y mayor impacto económico

La estadística de licencias de obra mayor confirma que la rehabilitación mantiene un impulso récord en 2024: se registraron 3.456 licencias, y el presupuesto asociado alcanzó 806 millones de euros, el nivel más alto desde que existen registros oficiales; ello representa un incremento del 27,5% respecto a 2023.

Este dato subraya la consolidación de la rehabilitación como palanca de modernización del parque de viviendas existente, alineada con políticas públicas de eficiencia energética, sostenibilidad y mejora de la habitabilidad.

Nueva planta: menor volumen de licencias, mayor presupuesto total

En contraste con el dinamismo de la rehabilitación, la edificación de nueva planta mostró un comportamiento más contenido en 2024: se contabilizaron 346 licencias, un 10% menos que en 2023.

No obstante, el presupuesto total asociado a estas obras ascendió a 897 millones de euros, también máximo de la serie, con un incremento del 17,5% respecto a 2023.

Este crecimiento del gasto refleja esfuerzos de inversión en nuevas viviendas y proyectos de urbanización, pese a un menor número de operaciones.

Perspectivas para 2025: continuidad del ritmo y perfiles de producción

Para 2025, las cifras de los tres primeros trimestres apuntan a un mantenimiento del ritmo: se registraron 255 licencias de nueva planta y 2.569 de rehabilitación. Las proyecciones para el cierre del ejercicio señalan valores cercanos a 340 nuevas plantas y entre 3.400 y 3.450 rehabilitaciones, lo que situaría el volumen total en niveles comparables a 2024. Este escenario sugiere una economía de la construcción que permanece activa, con preferencias por proyectos de renovación y modernización, y una cierta estabilización en el ritmo de nuevas inversiones.

Actividad económica: crecimiento sostenido y peso sectorial

El OVV constata una evolución positiva en 2024: el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector crece un 2,6% respecto al año anterior, superando, en términos nominales, la cifra de 4.941 millones de euros, el mayor registro desde el inicio de la Gran Recesión. En 2025, la tendencia de crecimiento se intensifica, con un avance interanual del 5% en el tercer trimestre, y el peso del sector se sitúa en torno al 5,6% del VAB total de la CAE.

Estos datos señalan que la construcción sigue siendo un motor importante para la economía vasca, aunque su aporte está condicionado por la evolución de costos y la demanda de vivienda.

Costes, dinámica de precios y su impacto en la viabilidad

El informe señala que el incremento de costos iniciado en 2022 continúa afectando la actividad y la viabilidad de los proyectos.

Después de subir un 12% en 2022 y un 4,3% en 2023, el índice se modera en 2024 (+2,1%), aunque se mantiene en niveles históricamente elevados. Por componentes, las materias primas apenas aumentan en 2024 (+0,9%), mientras la mano de obra mantiene incrementos significativos (+5,4%). A partir de julio de 2025 se observa una ligera ralentización de estas variaciones interanuales, lo que podría consolidar un entorno de costes más estable para ciertos subsectores, aunque la presión salarial y de insumos podría seguir siendo un reto para la rentabilidad de proyectos.

Empleo y tejido empresarial: señales mixtas y retos estructurales

En empleo, el OVV destaca una mejora en 2025, con la obtención de cifras que superan la cota de 58.000 ocupaciones y que permiten rebasar los 60.000 en el segundo trimestre, el mejor dato desde 2012. Paralelamente, el tejido empresarial mantiene un perfil de contracción: a 1 de enero de 2024 se contabilizan 19.433 establecimientos en el sector, lo que representa una caída interanual del 1,1%, y, desde 2008, la cifra se ha reducido prácticamente a la mitad. Estas dinámicas reflejan un equilibrio entre demanda y capacidad de producción, y señalan la necesidad de políticas que favorezcan la creación de empresas, la diversificación de proyectos y la retención de talento.

Impulso estratégico: innovación, industrialización y alianzas público-privadas

El informe enmarca estas tendencias en las estrategias impulsadas por el Gobierno Vasco, bajo el Pacto Social por la Vivienda 2036 y el Plan Director de Vivienda 2025–2027.

Las medidas se orientan hacia una modernización sostenible del sector, el impulso de la industrialización y el refuerzo del talento, la innovación y la colaboración público-privada.

Asimismo, recoge la creación del Foro de Urbanismo y Vivienda de Euskadi y sus grupos de trabajo vinculados a innovación y financiación, industrialización y rehabilitación/regeneración del parque.

Contexto histórico y perspectivas futuras

La evolución de la construcción en Euskadi se configura en un marco de recuperación gradual tras la crisis financiera de 2008, con altibajos ligados a la demanda de vivienda y a las condiciones financieras.

La rehabilitación, que ha evolucionado como eje de renovación y mejora de la eficiencia energética, aparece como una palanca sostenible para las ciudades vascas.

El impulso a la industrialización de la construcción, la digitalización de procesos y la colaboración entre lo público y lo privado son miradas repetidas para sostener el crecimiento y reducir la vulnerabilidad ante shocks externos.

En este sentido, el OVV subraya que las decisiones de política pública en vivienda y urbanismo serán determinantes para el rendimiento del sector en los próximos años, manteniendo un equilibrio entre inversión, vivienda accesible y capacidad de empleo en la región.