La cadena de café Starbucks ha anunciado cambios en la estructura de precios de los añadidos en sus bebidas, buscando ofrecer mayor coherencia y valor a sus consumidores, bajo la dirección del nuevo CEO Brian Niccol.

Starbucks ha decidido realizar una importante revisión en la política de precios de sus complementos en las bebidas, una estrategia que forma parte de su plan para revitalizar las ventas y mejorar la experiencia del cliente tras un período de desaceleración.

A partir del 24 de junio de 2025, la cadena de cafeterías ha establecido una tarifa fija de aproximadamente 0,75 euros (unos 80 centavos de euro en la moneda local) por cada añadido adicional, como jarabes o salsas, en bebidas sin sabor predefinido.

Este cambio busca uniformizar los precios y facilitar a los clientes la personalización de sus pedidos, eliminando las variaciones que existían anteriormente según el sabor o la bebida.

Por ejemplo, agregar jarabe de vainilla a un mocha o añadir jarabe clásico a cualquier bebida ahora costará lo mismo, independientemente del tamaño o del tipo de bebida.

Según supuestamente explicaron fuentes internas de la compañía, esta medida también pretende ofrecer un mayor valor percibido por los clientes, quienes podrán modificar sus bebidas sin preocuparse por costos adicionales variables.

Además, Starbucks ha implementado una prueba en su aplicación móvil que muestra en tiempo real el costo adicional por cada modificación del pedido.

Así, los clientes podrán ver cómo su factura se ajusta antes de finalizar la compra, una iniciativa que busca mejorar la transparencia y la satisfacción del usuario.

El nuevo CEO, Brian Niccol, quien asumió el mando en septiembre de 2024, ha puesto en marcha una serie de iniciativas para revertir la reciente caída en las ventas y la percepción del público.

Presuntamente, su estrategia denominada “Regreso a lo básico” incluye la simplificación del menú y la creación de espacios más acogedores en las tiendas, además de ajustes en los precios y en la oferta de productos.

Supuestamente, estas modificaciones en la política de precios también abarcan otros añadidos: por ejemplo, un incremento de 0,45 euros (50 centavos de euro) por cada cucharada adicional de fruta seca, y 1 euro (aproximadamente 1,10 euros) por una porción extra de polvo de matcha en bebidas no matcha.

Para las bebidas de tamaño grande, los añadidos en las recetas de matcha se ajustarán proporcionalmente, manteniendo una coherencia en los precios.

Este cambio en la estructura tarifaria responde, presuntamente, a una tendencia en la industria del café y las cadenas de comida rápida, que buscan ofrecer mayor claridad en sus precios y una experiencia más personalizada.

La compañía también está explorando nuevas funciones en su app para alertar a los consumidores sobre los costes adicionales en el momento de realizar el pedido, lo que se espera genere una mayor satisfacción y fidelización.

Supuestamente, la estrategia de Starbucks apunta a fortalecer su posición en un mercado cada vez más competitivo, donde los consumidores valoran la transparencia y la posibilidad de adaptar sus productos a sus gustos y presupuestos.

La decisión de establecer tarifas uniformes para los extras en las bebidas, además de facilitar la elección, puede representar un paso importante para mantener la lealtad en un entorno donde los consumidores están cada vez más informados y exigentes.