Los costos del seguro de salud están a punto de experimentar un incremento significativo en 2026. Las aseguradoras planean ajustar sus primas, mientras que los cambios en las políticas gubernamentales y las condiciones económicas podrían impactar tanto a los consumidores como a las empresas. A continuación, se detallan las previsiones y posibles implicaciones de esta tendencia.

Se espera que los costos de los seguros de salud vuelvan a subir en 2026, marcando uno de los aumentos más importantes en los últimos años. Según análisis recientes, las primas medias para los planes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), también conocida como Obamacare, podrían experimentar un incremento del 15%, lo que en euros equivale aproximadamente a un aumento del 14%, considerando la tasa de cambio actual cercana a 1,07 USD por euro.

Este incremento sería el mayor desde 2018, y afectaría a millones de estadounidenses que dependen de estos planes para su cobertura médica.

Este aumento en las primas se atribuye a diversos factores, incluyendo la inflación en los costos médicos, la expiración de créditos fiscales temporales implementados durante la administración de Joe Biden, y la subida en los aranceles sobre medicamentos y dispositivos médicos importados.

Además, la incertidumbre generada por las leyes fiscales y de gasto aprobadas por el Congreso, especialmente bajo la administración anterior, ha generado una mayor volatilidad en el mercado de seguros de salud.

Supuestamente, las aseguradoras están ajustando sus tarifas ante la creciente presión de los gastos médicos y las políticas gubernamentales. La consultora Mercer ha señalado que más de la mitad de los grandes empleadores en Estados Unidos planean trasladar una mayor parte de los costos de los seguros a los empleados en 2026, mediante aumentos en deducibles, copagos y límites de gastos de bolsillo.

Estos cambios podrían traducirse en mayores desembolsos para las familias, incluso si mantienen su cobertura.

Por otro lado, se presume que las políticas del gobierno de Donald Trump y los cambios en las regulaciones federales también jugarán un papel en la configuración del mercado de seguros.

La eliminación de ciertos periodos de inscripción especial y la reducción de créditos fiscales para bajos ingresos, podrían reducir el acceso a cobertura para algunos grupos vulnerables, aumentando la carga financiera sobre quienes permanecen en el sistema.

Asimismo, la inflación en los costos de atención médica es uno de los principales motores de la subida de tarifas, representando aproximadamente la mitad del aumento esperado en las primas.

La finalización de los créditos fiscales pandémicos, que durante la pandemia ayudaron a reducir los costos para millones de beneficiarios, también tendrá un impacto significativo.

Se estima que unos 5 millones de personas podrían perder su cobertura de ACA tras la expiración de estos beneficios.

En el ámbito laboral, las grandes empresas están preparándose para transferir una mayor parte de los gastos sanitarios a sus empleados. Según Mercer, más del 50% de ellas considera probable o muy probable que aumenten los deducibles y copagos en sus planes de salud en 2026. Esto, unido a la tendencia hacia planes con redes limitadas de proveedores, busca controlar los costos, aunque con el posible efecto de reducir la accesibilidad a ciertos servicios.

En resumen, los próximos meses serán cruciales para entender cómo estas variables influirán en el mercado de seguros de salud. Los consumidores, tanto en Estados Unidos como en otros países que puedan estar observando estas tendencias, deben prepararse para posibles incrementos en sus gastos médicos y revisar sus opciones de cobertura con anticipación.

La tendencia apunta a una mayor carga financiera para los usuarios y una mayor presión para las aseguradoras, en un contexto donde las políticas gubernamentales y las condiciones económicas globales siguen en constante cambio.