Durante el período de inscripción abierta en Medicare, los estadounidenses deben extremar la precaución ante las crecientes amenazas de estafas y fraudes. Autoridades advierten sobre llamadas y correos falsos que intentan robar datos personales o dinero a los beneficiarios del sistema de salud estadounidense.
El período de inscripción abierta en Medicare, que generalmente ocurre cada año entre el 15 de octubre y el 7 de diciembre, constituye una época en la que muchos beneficiarios revisan y actualizan sus coberturas de salud.
Sin embargo, también se ha convertido en un momento en el que los estafadores intensifican sus campañas para engañar a los usuarios y obtener información personal o dinero de forma fraudulenta.
Desde hace años, las autoridades sanitarias de Estados Unidos, como la Oficina del Inspector General (OIG) y la Comisión Federal de Comercio (FTC), alertan sobre el incremento de fraudes relacionados con Medicare durante este período.
Los métodos utilizados por los estafadores son variados y sofisticados, incluyendo llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto y sitios web falsos que imitan la apariencia de servicios legítimos.
Una de las estafas más comunes es la de los llamados telefónicos en los que los delincuentes se hacen pasar por representantes de Medicare o de empresas de salud.
Utilizan tecnología de suplantación de identidad, conocida como 'spoofing', para hacer que el número en la pantalla parezca legítimo, incluso de agencias oficiales.
En estas llamadas, los estafadores suelen afirmar que necesitan verificar información personal, como números de Seguro Social, detalles bancarios o de tarjetas de crédito, con el fin de emitir o renovar tarjetas de Medicare falsas o realizar cargos indebidos.
Otra técnica frecuente es ofrecer supuestos reembolsos, descuentos o planes de salud más económicos a cambio de datos personales o pagos por adelantado.
Sin embargo, estos ofrecimientos son fraudulentos y muchas veces terminan en pérdida de dinero o robo de identidad. Además, algunos estafadores envían correos electrónicos o mensajes de texto con enlaces a sitios web falsos que parecen oficiales, donde solicitan información confidencial.
Históricamente, estos fraudes se han intensificado en épocas en las que la población de adultos mayores aumenta su interacción con plataformas digitales y servicios en línea.
La digitalización de procesos, que en los últimos años ha sido acelerada por la pandemia, ha facilitado el trabajo de los estafadores, quienes aprovechan la situación para engañar a personas vulnerables.
Desde 1965, cuando se creó Medicare como parte del programa de Seguridad Social en EE.UU., el sistema ha sido un objetivo constante de criminales que buscan sacar provecho de la confianza de los beneficiarios. La legislación estadounidense ha establecido múltiples medidas para combatir estas actividades ilícitas, pero la responsabilidad también recae en los propios usuarios, quienes deben estar alerta.
Para evitar ser víctima de estas estafas, las autoridades recomiendan verificar cualquier comunicación oficial contactando directamente a Medicare al 1-800-MEDICARE.
Es fundamental nunca proporcionar información personal o financiera a desconocidos y desconfiar de ofertas que parezcan demasiado buenas para ser ciertas.
Además, se aconseja mantener actualizado el software de seguridad en dispositivos electrónicos y reportar cualquier sospecha de fraude a las agencias correspondientes.
En resumen, la conciencia y la precaución son las mejores herramientas para protegerse durante esta temporada de inscripción en Medicare. La historia demuestra que los fraudes en salud no solo generan pérdidas económicas, sino que también afectan la confianza en los sistemas públicos de protección social.
Por ello, es esencial que los beneficiarios conozcan las tácticas de los estafadores y actúen con cautela para preservar sus derechos y recursos.