La cadena de farmacias Rite Aid continúa enfrentando problemas económicos y anuncia el cierre de 68 sucursales en siete estados, en medio de un proceso de bancarrota que busca reestructurarse y vender activos. Los clientes podrán seguir accediendo a sus servicios durante el proceso de cierre.
Rite Aid, una de las cadenas de farmacias más grandes de Estados Unidos, ha anunciado la clausura de 68 tiendas en siete estados diferentes, en medio de una crisis financiera que la llevó a presentar un capítulo 11 de bancarrota el pasado mes de mayo.
La compañía, que actualmente opera alrededor de 1.240 sucursales en 15 estados, enfrenta serios desafíos económicos que la han obligado a tomar medidas drásticas para intentar mantener su negocio a flote.
Este proceso de cierre forma parte de una estrategia para vender algunos de sus locales y reestructurar sus finanzas, en un intento por evitar un colapso total.
La cadena ha informado que ha obtenido aproximadamente 1.7 mil millones de euros en financiamiento adicional, con el fin de mantener operativas sus tiendas durante el proceso de bancarrota y las posibles ventas.
Los afectados por estos cierres deben estar atentos, ya que en algunos casos, las tiendas serán vendidas a otros operadores o cerradas definitivamente.
La cadena ha asegurado que durante este proceso, los clientes podrán seguir accediendo a sus servicios, incluyendo la compra de medicamentos y vacunas, tanto en tiendas físicas como en línea.
El CEO de Rite Aid, Matt Schroeder, expresó que "nuestro objetivo principal es garantizar que nuestros clientes continúen recibiendo atención farmacéutica sin interrupciones y mantener el mayor número posible de empleos durante este período difícil".
Schroeder también señaló que los problemas financieros del grupo se vieron agravados por los cambios rápidos en los sectores minorista y sanitario, que dificultan la sostenibilidad de muchas tiendas.
Entre las tiendas que cerrarán próximamente, se encuentran sucursales en California, Nuevo Hampshire, Nueva York, Oregón, Pensilvania y Virginia. Por ejemplo, en California, se cerrarán locales en Torrance y Olivehurst, mientras que en Nueva York, en Buffalo y Salamanca, también cesarán operaciones.
En Pensilvania, en lugares como Huntingdon Valley, Philadelphia y Morgantown, las tiendas también cerrarán en las próximas semanas.
Es importante destacar que Rite Aid ya había anunciado anteriormente que planeaba vender o cerrar varias de sus tiendas, incluyendo 47 ubicaciones en diferentes estados.
Esta estrategia forma parte de su plan para reducir costos y tratar de salvar la compañía en medio de una situación económica cada vez más complicada.
Desde sus inicios, Rite Aid ha sido un símbolo importante en el sector farmacéutico estadounidense. Fundada en 1962 en California, la cadena creció rápidamente durante las décadas de los 70 y 80, convirtiéndose en uno de los líderes del mercado.
Sin embargo, en los últimos años, ha enfrentado una competencia feroz por parte de cadenas como Walgreens y CVS, además de la creciente tendencia de compras en línea y cambios en los hábitos de consumo.
La bancarrota y los cierres masivos no solo reflejan las dificultades de Rite Aid, sino que también son un indicador de los retos que enfrenta el sector de farmacias en Estados Unidos, donde la innovación tecnológica y las nuevas formas de atención sanitaria están transformando rápidamente el mercado.
La historia de Rite Aid, que en su apogeo llegó a tener más de 4.600 tiendas en todo Estados Unidos, muestra cómo incluso las empresas más consolidadas pueden verse afectadas por los cambios económicos y tecnológicos.
Mientras tanto, los clientes y empleados de Rite Aid aguardan noticias sobre el destino de sus tiendas y sus empleos, en un contexto donde la salud y el acceso a medicamentos siguen siendo prioritarios para la población.
La cadena continúa buscando soluciones para superar esta crisis, pero el futuro de muchas sucursales aún está por definirse.