La cadena de supermercados Kroger reveló que cerrará aproximadamente 60 tiendas en Estados Unidos después de un intento fallido de fusionarse con Albertsons, mientras sufre una importante reducción en empleos administrativos y realiza cambios estructurales en su organización.

Kroger, uno de los mayores supermercados en Estados Unidos, ha anunciado que cerrará cerca de 60 tiendas en los próximos 18 meses, en medio de un contexto de desafíos económicos y tras la fallida fusión con Albertsons.

La compañía, con sede en Cincinnati, también ha informado que eliminará aproximadamente 1,000 empleos en su estructura corporativa, incluyendo 200 en su región principal, en un esfuerzo por simplificar su organización y mejorar su competitividad.

Supuestamente, estos cambios forman parte de una estrategia para reducir costos y enfocar recursos en áreas más rentables, en un momento en que el sector del retail enfrenta presiones tanto económicas como de competencia.

La noticia de los cierres y despidos ha generado preocupación entre los empleados y analistas del mercado, quienes consideran que estas decisiones reflejan la necesidad de adaptarse a una economía en desaceleración.

Desde su fundación en 1923, Kroger ha sido un pilar en el comercio minorista estadounidense, con una historia que ha visto múltiples crisis y cambios en el mercado.

La reciente crisis se suma a una serie de dificultades que ha enfrentado la cadena, incluyendo la competencia de gigantes como Walmart y Amazon, además de cambios en los hábitos de consumo, que han impulsado la tendencia hacia las compras en línea y tiendas de descuento.

Supuestamente, la fusión con Albertsons, propuesta en 2024, buscaba crear un gigante del retail con presencia en más de 4,000 tiendas en todo el país.

Sin embargo, las autoridades regulatorias bloquearon la operación, argumentando preocupaciones sobre monopolio y competencia. Como resultado, Kroger ha tenido que reevaluar sus planes de expansión y consolidación.

Actualmente, Kroger opera alrededor de 2,731 tiendas, lo que representa aproximadamente el 2% del total de sus establecimientos tras los cierres anunciados.

La compañía ha asegurado que ofrecerá nuevas posiciones en otros locales a los empleados afectados por los cierres, aunque no especificó cuántos serán reubicados.

En el ámbito financiero, Kroger ha mantenido una inversión significativa en la modernización de sus tiendas, destinando entre 3,300 y 3,500 millones de euros en mejoras y expansión a lo largo del año, incluyendo la apertura de nuevos puntos de venta y la renovación de los existentes.

Supuestamente, los analistas consideran que estos movimientos son necesarios para que Kroger pueda mantenerse competitivo en un mercado cada vez más dinámico y digitalizado.

Sin embargo, también advierten que la reducción en empleos y cierres de tiendas puede afectar la percepción pública y la confianza de los consumidores en la marca.

A pesar de las dificultades, Kroger mantiene su compromiso con el crecimiento y la innovación, buscando adaptarse a un entorno económico que presiona a la baja los márgenes y obliga a las cadenas de supermercados a ser más eficientes y estratégicas.

La historia muestra que, en el pasado, otros grandes en el sector han logrado superar crisis similares, pero el camino requiere decisiones difíciles y una visión clara hacia el futuro.