El Consejo de Ministros ha aprobado la declaración de emergencia para las obras de reparación del puente Feixa Llarga, una infraestructura clave en Barcelona.

El Gobierno de España ha tomado una decisión crucial en su última reunión del Consejo de Ministros al aceptar la declaración de emergencia para llevar a cabo obras de reparación en el puente conocido como 'Feixa Llarga', situado en la Zona Franca de Barcelona.

Este puente es una estructura vital que facilita el tráfico rodado y también sirve de paso para trenes de alta velocidad (AVE), lo que lo convierte en un punto neurálgico para las comunicaciones en la región.

El problema se detectó el 29 de diciembre de 2024, cuando se observó un fallo estructural significativo: un escalón vertical en la junta de dilatación del puente que había desplazado más de 15 centímetros hacia las vías del AVE y las ferroviarias convencionales.

Adicionalmente, se notó un giro en la coronación de una de las pilas del puente, lo que generó serias preocupaciones sobre su estabilidad.

Ante esta situación de emergencia, el gobierno ordenó el cierre inmediato del puente al tráfico vehicular y se implementó un sistema de seguridad para detener el paso de trenes en caso de un eventual colapso.

Desde la identificación del fallo estructural, se han realizado varias medidas para mitigar los riesgos, pero los informes técnicos han dejado claro que la seguridad estructural del puente no puede ser garantizada, ni siquiera mientras esté cerrado al tráfico.

La importancia del puente Feixa Llarga no solo radica en su función de conectar diferentes áreas de la ciudad, sino también en su impacto en la movilidad y la actividad económica de la región.

Su inoperatividad puede generar considerables obstáculos para los ciudadanos y las empresas que dependen de este enlace crucial.

Por lo tanto, se han iniciado los trámites para contratar servicios de ingeniería y construcción destinados a realizar las reparaciones necesarias.

Se anticipa que las obras incluirán técnicas como el apuntalamiento del pórtico, lo que tiene como objetivo prevenir el avance del giro y el colapso del puente.

Históricamente, la infraestructura de transporte en Barcelona ha visto numerosas remodelaciones y mejoras a lo largo de los años, reflejando el crecimiento urbano y la necesidad de adaptarse a un aumento en la población y el tráfico.

La última gran intervención en este puente se remonta a hace más de una década, cuando se realizaron obras de mantenimiento preventivo. Sin embargo, incidentes como este resaltan la importancia de realizar inspecciones periódicas y mantener la infraestructura en estado óptimo.

La declaración del estado de emergencia permite realizar estas obras con mayor celeridad, garantizando así que la estructura pueda seguir cumpliendo su función en el sistema de transporte de la ciudad.

A medida que se avance en el proyecto, se espera que se implementen medidas adicionales para garantizar la seguridad tanto de los vehículos como de los pasajeros del tren.

Este tipo de intervenciones son esenciales no solo para asegurar la funcionalidad de las infraestructuras, sino también para mantener la confianza del público en el sistema de transporte, vital para el desarrollo económico y social de la región.