Jóvenes de la Generación Z comparten en TikTok cómo compaginan varios trabajos para sobrevivir en un contexto económico desafiante, lo que ha generado tendencia y reflexión sobre la situación laboral y financiera actual.

Cada semana, miles de jóvenes de la Generación Z están mostrando en las redes sociales la dura realidad que enfrentan en su vida laboral y económica.

Supuestamente, muchos de ellos trabajan en varias ocupaciones simultáneamente para poder cubrir sus necesidades básicas y mantener un nivel de vida digno en un contexto donde los costos de vida han alcanzado niveles históricos.

Uno de los ejemplos más conocidos es el de Cindy Dionicio, una joven de 25 años que publica en TikTok videos en los que documenta su rutina diaria.

Supuestamente, Cindy se levanta a las 3:30 a.m. para comenzar su jornada, que combina un empleo en una cadena de cafeterías con un puesto en una clínica dental. En sus videos, muestra cómo se prepara para el trabajo, lo que lleva en su bolso y cómo se desplaza a su primer destino.

Supuestamente, ella también administra una pequeña empresa de limpieza, lo que la obliga a dividir sus días en varias tareas y turnos. En sus publicaciones, afirma que trabaja más de 60 horas semanales y que, a pesar del cansancio, el esfuerzo vale la pena cuando recibe su sueldo, que supuestamente equivale a unos 1.600 euros mensuales en el mercado europeo.

Este fenómeno no es exclusivo de Cindy. Jóvenes de toda Europa, especialmente en países con altos niveles de inflación y precariedad laboral, están optando por tomar múltiples empleos para hacer frente a los elevados gastos de vivienda, alimentación y transporte.

Según datos de la Agencia Europea de Estadísticas, casi un 30% de los jóvenes entre 18 y 30 años en la Unión Europea trabajan en más de un empleo, algo que en algunos países llega a ser una tendencia cultural.

Supuestamente, esta situación ha sido alimentada por la crisis económica provocada por la pandemia, que agravó la precariedad laboral y aumentó la deuda estudiantil en muchos países.

En Italia, por ejemplo, el salario medio para un joven trabajador en su primer empleo ronda los 1.200 euros brutos al mes, y en países como España o Grecia, los salarios son incluso menores. A esto se suma la inflación que, en 2023, en países como Alemania, alcanzó un 4,5%, elevando los precios de bienes y servicios en un 10% en algunos sectores, según el Instituto Alemán de Estadística.

Supuestamente, los jóvenes que trabajan en múltiples empleos también aprovechan plataformas digitales para monetizar su experiencia. TikTok, en particular, ha sido clave para crear comunidades de apoyo y también una vía para obtener ingresos adicionales a través del programa de recompensas para creadores.

Algunos, como Jane Esang, una joven de 26 años que trabaja en marketing y atención telefónica, han llegado a ganar hasta 2.000 euros mensuales solo con sus publicaciones, que incluyen desde consejos financieros hasta su día a día laboral.

Pero no todo es positivo. Expertos en finanzas advierten que este tipo de contenidos puede crear una percepción distorsionada de la realidad. Según el terapeuta financiero Nate Astle, “la cultura del hustle y el trabajo excesivo se ha glamurizado en las redes sociales, pero en realidad puede causar problemas de salud mental y física, además de una verdadera agotamiento”.

Por su parte, movimientos como FIRE (Independencia Financiera y Retiro Temprano) ganan adeptos entre los jóvenes que usan sus plataformas para promover una vida de austeridad y ahorro extremo, con la esperanza de retirarse en menos de 40 años.

Supuestamente, estas tendencias reflejan un cambio profundo en las prioridades laborales y económicas de la juventud europea.

En conclusión, la historia de Cindy y otros tantos jóvenes evidencia una crisis que va más allá de las cifras económicas. Es una realidad que refleja la desigualdad, la precariedad y la lucha constante por la supervivencia en un mundo donde los salarios no alcanzan para cubrir los gastos y donde las redes sociales se han convertido en un espejo de una realidad compleja y a veces alarmante.