El patrimonio inmobiliario en Estados Unidos ha alcanzado cifras récord, con más de 35 billones de euros en valor neto de las viviendas. Sin embargo, acceder a estos fondos no siempre es sencillo. Conoce las mejores alternativas para aprovechar el patrimonio de tu hogar de manera segura y adaptada a tus necesidades financieras.
En Estados Unidos, la propiedad de vivienda se ha convertido en un activo muy valorado, acumulando un patrimonio estimado en aproximadamente 35 billones de euros (equivalente a 38 billones de dólares).
Esto significa que, en promedio, cada propietario estadounidense cuenta con un patrimonio en su vivienda cercano a los 250.000 euros (unos 270.000 dólares), una cifra que refleja la importancia de la vivienda como reserva de valor y fuente de liquidez.
Desde hace años, la tendencia ha sido al alza en el valor de las propiedades, con un incremento cercano al 50% en los últimos cinco años. Este crecimiento ha generado que muchas familias tengan un patrimonio en su vivienda que supera varias veces sus ahorros líquidos, creando un escenario en el que se habla de ser 'rico en vivienda' pero 'pobre en efectivo'.
De hecho, según datos de ICE Mortgage Monitor, los propietarios con hipoteca poseen en promedio unos 30.000 euros (32.000 dólares) en 'equidad líquida', que pueden usar para financiar proyectos o cubrir gastos imprevistos.
Pero, ¿cómo pueden los propietarios aprovechar este patrimonio de manera efectiva? Existen diversas opciones y productos financieros que permiten convertir la plusvalía de la vivienda en efectivo, cada uno con sus ventajas y desventajas.
Entre los más conocidos están los préstamos sobre la vivienda, las líneas de crédito hipotecario, las refinanciaciones con extracción de efectivo y las inversiones en patrimonio mediante acuerdos de participación.
Los préstamos sobre la vivienda, también conocidos como 'home equity loans', ofrecen un monto fijo que el propietario recibe en un pago único, con tasas de interés que suelen ser fijas y un plazo para devolverlo que puede variar de cinco a 20 años.
La línea de crédito sobre la vivienda, o 'HELOC', permite al propietario retirar fondos hasta un límite preestablecido, pagando intereses solo por la cantidad utilizada y con tasas variables que pueden ajustarse cada cierto tiempo.
Por otro lado, las refinanciaciones con extracción de efectivo permiten obtener un nuevo préstamo hipotecario por un monto superior al saldo pendiente, entregando la diferencia en efectivo.
Sin embargo, estas opciones requieren una buena calificación crediticia y suelen implicar tasas de interés más altas, especialmente si el propietario tiene una tasa hipotecaria baja en su préstamo actual.
Otra alternativa que ha ganado popularidad en los últimos años son los acuerdos de inversión en patrimonio, o 'home equity sharing'. En estos casos, una empresa invierte en parte de la vivienda a cambio de un porcentaje de la plusvalía futura. Cuando el propietario decide vender la casa o concluir el acuerdo, debe reembolsar la inversión inicial más una parte de la apreciación del valor. Empresas como Hometap, Unlock y Point ofrecen estos productos.
No obstante, estas soluciones no están exentas de controversias. Organizaciones defensoras de los consumidores, como la Federación de Comercio y la Comisión Federal de Comercio, advierten que algunos productos de inversión en patrimonio pueden tener tasas efectivas cercanas al 20%, lo que representa un costo elevado para los propietarios.
Además, existe el riesgo de que, si la vivienda no aumenta de valor o si el mercado inmobiliario sufre una caída, el propietario pueda terminar debiendo más de lo que vale su casa.
Por ello, expertos recomiendan acudir a asesores financieros certificados o a consejeros de vivienda aprobados por HUD para evaluar cuál es la mejor opción según la situación personal y el perfil crediticio.
La información y asesoramiento adecuados pueden evitar decisiones que perjudiquen la estabilidad financiera a largo plazo.
En conclusión, aunque el patrimonio inmobiliario en EE.UU. ofrece múltiples oportunidades para obtener liquidez, es fundamental entender claramente las implicaciones de cada producto. La clave está en buscar un equilibrio entre acceder a fondos sin comprometer la estabilidad del hogar y evitar costos excesivos o riesgos innecesarios.
La planificación financiera y el asesoramiento profesional son herramientas esenciales para aprovechar al máximo el valor de la vivienda en beneficio de la economía personal.