La próxima incorporación de las opciones 'compra ahora, paga después' en las puntuaciones crediticias podría tener consecuencias tanto positivas como negativas para los consumidores. Expertos advierten sobre los riesgos y oportunidades que esto conlleva.
En los últimos años, las opciones de financiamiento conocidas como 'compra ahora, paga después' (BNPL, por sus siglas en inglés) han experimentado un crecimiento exponencial en todo el mundo.
Este método permite a los consumidores adquirir productos y servicios y pagar en varias cuotas, generalmente en un período de seis semanas, sin que esto aparezca en su historial crediticio hasta ahora.
Sin embargo, supuestamente, las principales agencias de calificación crediticia están preparándose para incluir estos préstamos en los modelos de puntuación crediticia, una medida que podría transformar radicalmente la forma en que se evalúa la solvencia de los usuarios.
Hasta hace poco, los préstamos BNPL no eran considerados en los informes crediticios, lo que favorecía a quienes querían acceder a financiamiento sin que sus datos de pago afectaran su puntuación.
Solo supuestamente algunas empresas, como Affirm y Klarna, han empezado a reportar ciertos datos a agencias como Experian y TransUnion, pero la inclusión oficial en los modelos de puntuación aún no era una realidad.
La incorporación prevista por la empresa de puntuación FICO, que planea lanzar un nuevo modelo este otoño, marcará un antes y un después. Este cambio permitirá que las deudas adquiridas mediante BNPL influyan en la calificación crediticia, lo cual podría tener implicaciones significativas para millones de usuarios.
Según expertos, esta medida es una especie de espada de doble filo. Por un lado, supuestamente, aquellos consumidores que utilizan BNPL de manera responsable podrán mejorar su historial crediticio, ya que el pago puntual de estas cuotas será valorado positivamente en su puntuación.
Por otro lado, los usuarios con patrones de pago irregulares o que acumulan múltiples deudas BNPL podrían ver cómo su calificación crediticia se desploma, dificultando el acceso a futuros créditos o incluso elevando las tasas de interés que deben pagar.
Una encuesta realizada por LendingTree en abril reveló que casi la mitad de los adultos en Estados Unidos (supuestamente unos 1000 millones de personas) han utilizado alguna forma de BNPL, y un 60% ha tenido varias de estas deudas simultáneamente.
La tendencia es especialmente marcada entre los jóvenes, quienes prefieren métodos de pago flexibles y accesibles. Sin embargo, supuestamente, el aumento en el uso ha traído consigo un incremento en los pagos atrasados. La misma investigación indica que un 41% de los usuarios no pagaron alguna cuota a tiempo en el último año, un incremento en comparación con el 34% del año anterior.
Este incremento en pagos tardíos podría tener un impacto directo en la puntuación crediticia, que hasta ahora se había visto afectada solo por retrasos en préstamos tradicionales y tarjetas de crédito.
Como explica Rob Burnette, asesor financiero, aproximadamente el 35% de la puntuación FICO depende de pagar las cuentas a tiempo. Por tanto, si las cuotas BNPL empiezan a reportarse y no se gestionan adecuadamente, la calificación podría verse seriamente dañada.
¿Qué deben hacer los consumidores para proteger su crédito en este nuevo escenario? La recomendación principal, supuestamente, es no gastar más de lo que puedan pagar y mantener un control estricto sobre sus deudas.
También se aconseja limitar la cantidad de préstamos BNPL abiertos al mismo tiempo, ya que múltiples obligaciones pueden complicar la gestión financiera.
Antes de realizar una compra bajo este sistema, es fundamental verificar si la deuda será reportada y cómo afectará la puntuación.
Además, expertos sugieren establecer un presupuesto específico para las compras financiadas y automatizar los pagos para evitar retrasos. Según supuestamente varios analistas, esta tendencia obliga a los consumidores a tratar las opciones BNPL como cualquier otro crédito: con responsabilidad y planificación.
La inclusión de estos datos en las puntuaciones crediticias puede ser una oportunidad para mejorar la solvencia si se usan correctamente, pero también puede ser un riesgo si no se gestionan adecuadamente.
En conclusión, la posible incorporación de las deudas BNPL en los modelos de calificación crediticia representa un cambio importante en la economía digital.
Se recomienda a los usuarios estar atentos a su historial de pagos, entender el impacto de estas opciones en su puntuación y actuar con prudencia para evitar sorpresas desagradables en el futuro.
La historia del crédito ha evolucionado, y ahora, más que nunca, la responsabilidad financiera es clave para mantener una buena salud económica en esta era digital.