Supuestamente, un caso de fraude en EE. UU. revela cómo los estafadores usan llamadas y sitios web falsos para engañar a los usuarios y robar su dinero, generando preocupación en Europa por la proliferación de estas prácticas en 2024.
En 2024, los consumidores europeos deben estar alerta ante una creciente ola de estafas en línea que buscan engañar a las personas mediante llamadas telefónicas y sitios web falsificados.
Presuntamente, estas prácticas fraudulentas imitan a empresas legítimas, como aseguradoras y proveedores de servicios, para robar información personal y financiera.
Uno de los casos más recientes y llamativos ocurrió en Estados Unidos, donde una mujer supuestamente cayó en una trampa similar. Ella buscaba en Google un número para contactar con una aseguradora conocida en su país y, sin saberlo, llamó a un número falso. Los estafadores, presuntamente, se hicieron pasar por empleados de la compañía y lograron obtener datos sensibles, incluyendo números de licencia de conducir, números de seguro social y detalles bancarios.
Este tipo de fraude no es exclusivo de EE. UU. y, según expertos, se ha extendido a Europa, donde los estafadores también crean sitios web falsos y listan números telefónicos fraudulentos que parecen ser de empresas confiables.
Supuestamente, estas páginas y números están diseñados para captar la atención de los usuarios que buscan soluciones rápidas o descuentos, y así robar su dinero o datos.
El caso mencionado en EE. UU. revela que la víctima, Carrie, de 56 años, buscó en línea un seguro de coche para obtener una tarifa más económica. Supuestamente, ella encontró un número en Google, llamó y fue atendida por una persona que decía ser de Geico, una aseguradora muy conocida. La estafadora, presuntamente, le solicitó información personal y bancaria, alegando que había un acuerdo con Xfinity, una compañía de telecomunicaciones, que le daría un descuento de 28,23 euros en su primer mes de seguro, cuyo costo total era de aproximadamente 386 euros mensuales.
La mujer, supuestamente, realizó un pago inicial de 36 euros (equivalente a 400 dólares en su moneda original) y, posteriormente, recibió llamadas de la supuesta aseguradora diciendo que su prima había aumentado, por lo que debía pagar más.
Sin embargo, tras varias horas de discusión y dudas, Carrie decidió verificar la información llamando a la línea oficial de Geico y descubrió que nunca había realizado ningún pago.
Este caso evidencia cómo los estafadores utilizan técnicas de ingeniería social, incluyendo la creación de sitios web falsos y números telefónicos fraudulentos, para atraer a víctimas desprevenidas.
En Europa, se han registrado casos similares, donde los delincuentes impersonan a compañías de seguros, bancos y servicios públicos para engañar a los consumidores.
Por ejemplo, en países como España, Francia y Alemania, se han reportado campañas donde los estafadores envían correos electrónicos o mensajes de texto simulando ser empleados de instituciones financieras, solicitando datos personales bajo la excusa de una supuesta actualización de seguridad.
Estas prácticas, además de robar información, también intentan realizar transferencias no autorizadas o cobrar tarifas falsas.
Las autoridades advierten que, en estos casos, lo más recomendable es contactar directamente a las empresas a través de sus canales oficiales, evitar hacer clic en enlaces sospechosos y no compartir información sensible por teléfono o en sitios no verificados.
Presuntamente, las plataformas de búsqueda y los motores de internet también están siendo utilizados por los delincuentes para publicar números falsos y sitios web falsificados, por lo que se recomienda verificar siempre la autenticidad de los enlaces y la información antes de proporcionar datos.
En conclusión, en 2024, la proliferación de estas estafas requiere que los usuarios europeos extremen precauciones y estén atentos a las señales de fraude.
La educación en seguridad digital, junto con la colaboración entre empresas y autoridades, es fundamental para prevenir que más personas caigan en estas trampas y que sus finanzas y datos personales queden comprometidos en este creciente escenario de ciberdelincuencia.