Tras una ola de despidos en muchas compañías, surge una nueva tendencia laboral llamada 'job hugging'. ¿Es recomendable mantenerse en el puesto o es momento de buscar nuevas oportunidades? Expertos analizan las señales que indican cuándo es mejor actuar y cómo prepararse para cualquier eventualidad en un mercado cada vez más impredecible.
En los últimos meses, muchas empresas a nivel global han experimentado una ola significativa de despidos, generando incertidumbre y preocupación entre los empleados.
Presuntamente, en Estados Unidos, un estudio realizado en diciembre de 2024 reveló que el 81% de los trabajadores temen perder sus empleos en 2025, y un 76% creen que las cesantías aumentarán en los próximos meses.
Estas cifras reflejan un mercado laboral en constante cambio, donde la estabilidad se ha convertido en un bien cada vez más escaso.
Frente a esta situación, ha surgido una nueva tendencia llamada 'job hugging' o 'abrazar el trabajo', que consiste en que los empleados prefieren mantener sus puestos actuales en lugar de buscar nuevas oportunidades, incluso en medio de despidos masivos o reestructuraciones.
Algunos expertos presuntamente consideran que esta actitud responde a una estrategia de protección personal, dado el temor a no encontrar otra posición en un mercado tan inestable.
Sin embargo, ¿es siempre recomendable quedarse? La respuesta no es sencilla. Según Chikara Kennedy, exgestora de recursos humanos en empresas tecnológicas y ahora coach de carrera, hay señales claras que indican cuándo conviene seguir en el puesto y cuándo es mejor buscar nuevas oportunidades.
Uno de los indicios rojos, supuestamente, es la presencia de cambios repentinos en la empresa. Aunque hayas sido uno de los pocos empleados que no fueron despedidos en una ronda, cambios constantes en la estructura o en la dirección pueden ser señal de que la compañía está atravesando dificultades.
Kennedy recomienda estar atento a términos como 'reestructuración', 'reorganización' o 'realineamiento', que suelen indicar que la organización está ajustando su rumbo y, en ocasiones, esto puede afectar la estabilidad laboral.
Otro signo de advertencia es la falta de comunicación por parte de los líderes. Cuando las reuniones se reducen o las noticias positivas desaparecen, puede ser un indicio de que la empresa no está en su mejor momento. En estos casos, lo aconsejable, según Kennedy, es centrarse en lo que uno puede controlar: la propia carrera. Esto implica actualizar el currículum, fortalecer la presencia en LinkedIn, solicitar recomendaciones y mantenerse preparado para una eventual búsqueda de empleo.
Por otro lado, existen señales positivas que indican que la empresa está en crecimiento y que apuesta por sus empleados. Una de ellas es la existencia de oportunidades de desarrollo, como proyectos nuevos, roles de liderazgo o capacitaciones internas. Kennedy señala que, en tiempos de incertidumbre, una organización que invierte en sus trabajadores y les brinda posibilidades de crecimiento es una señal de estabilidad y compromiso.
Asimismo, la confianza y el optimismo de la alta dirección son indicadores alentadores. Cuando los líderes comunican claramente sus planes futuros, muestran confianza en la recuperación y en el crecimiento, y cumplen con las metas establecidas, es probable que la empresa atraviese momentos difíciles sin perder su rumbo.
A pesar de estos signos, la cautela sigue siendo fundamental. Kennedy aconseja que los empleados siempre deben estar preparados, independientemente de la situación actual. Esto implica mantener actualizados los perfiles profesionales, obtener recomendaciones y adquirir nuevas habilidades de forma constante. La clave está en ser el 'CEO' de la propia carrera, preparado para actuar en cualquier escenario.
Históricamente, el mercado laboral ha pasado por diversas crisis, desde la Gran Recesión de 2008 hasta las recesiones provocadas por crisis sanitarias o económicas.
En todos estos momentos, algunos empleados optaron por mantenerse en sus puestos, confiando en la recuperación, mientras que otros aprovecharon la coyuntura para buscar mejores oportunidades.
La tendencia actual, supuestamente, refleja un cambio en la mentalidad: en un entorno cada vez más volátil, la preparación y la proactividad son las mejores armas para asegurar la estabilidad profesional.
En conclusión, si bien la tendencia del 'job hugging' puede ofrecer cierta tranquilidad en el corto plazo, los expertos recomiendan evaluar cada situación con atención.
Detectar las señales correctas y estar preparado para cualquier eventualidad puede marcar la diferencia entre una carrera estable y una búsqueda de empleo de emergencia.
La decisión de cambiar o no de trabajo debe tomarse con cabeza fría y estrategia, no solo por miedo o por seguir la corriente del momento.