Ibrahim Haciosmanoglu, presidente de la Federación Turca de Fútbol, reveló que la mayoría de los árbitros en las ligas profesionales están involucrados en apuestas, lo que podría acarrear sanciones disciplinarias significativas.
El presidente de la Federación Turca de Fútbol (TFF), Ibrahim Haciosmanoglu, realizó una grave denuncia este lunes al informar que una gran proporción de los árbitros que actúan en las ligas profesionales en Turquía están involucrados en actividades de apuestas.
Según datos revelados, de un total de 571 árbitros en actividad, 371 tienen cuentas de apuestas, y 152 de ellos apuestan de manera activa. Esta situación pone en entredicho la integridad del arbitraje en el fútbol turco y genera preocupación en las autoridades deportivas del país.
La revelación se realizó a través de una rueda de prensa en Estambul, donde Haciosmanoglu explicó que, conforme al Artículo 57 del Reglamento Disciplinario de la TFF, estos árbitros podrían enfrentar sanciones que van desde suspensiones de partidos hasta prohibiciones permanentes.
Las sanciones podrían variar desde tres meses hasta un año, dependiendo de la gravedad y las circunstancias de cada caso.
El representante de la federación afirmó que el comité disciplinario actuará con rapidez y firmeza contra los colegiados involucrados en esas actividades ilícitas.
"Pronto serán remitidos al comité disciplinario y recibirán las sanciones correspondientes según nuestros reglamentos", señaló Haciosmanoglu, asegurando que se tomarán todas las medidas apropiadas para proteger la transparencia y la justicia en el fútbol turco.
Esta problemática no es exclusiva de Turquía y refleja un problema global que afecta a muchas ligas de fútbol en todo el mundo. Históricamente, el arbitraje ha sido un foco de controversia, pero en ciertos países, la corrupción y las apuestas ilegales comprometen aún más la integridad de los partidos.
Turquía, en particular, ha tenido episodios anteriores de escándalos en torno a la corrupción en el deporte, incluyendo casos de arreglos de partidos y sobornos.
Los clubes de fútbol en Turquía suelen presentar reclamaciones y quejas sobre decisiones arbitrales en diferentes partidos, y en algunas ocasiones se ha debatido sobre la participación de árbitros internacionales en encuentros nacionales.
De hecho, en febrero pasado, el árbitro esloveno Slavko Vincic dirigió el clásico entre Galatasaray y Fenerbahçe en Estambul, convirtiéndose en el primer árbitro extranjero en hacerlo en más de 50 años en Turquía, lo que generó expectativas sobre una mayor imparcialidad y profesionalismo en la referección.
La situación en Turquía pone en evidencia la necesidad de mecanismos de control más estrictos y de mayor transparencia en la Liga turca de fútbol, en manos de una federación que busca mantener la credibilidad del deporte en el país.
La lucha contra la corrupción y las apuestas ilegales en el deporte sigue siendo un desafío a nivel mundial, y la acción de las autoridades turcas es un paso importante en esa dirección.
Se espera que, en los próximos meses, se conozcan las sanciones definitivas y se refuercen los controles para garantizar la integridad de los encuentros y la confianza de los aficionados en el fútbol turco.