El club San Lorenzo atraviesa una crisis interna debido a acusaciones de corrupción contra su presidente en licencia, Marcelo Moretti, mientras las autoridades futbolísticas y los miembros del club discuten las acciones a seguir en medio de investigaciones en curso y tensiones políticas.
San Lorenzo, uno de los clubes más tradicionales y con mayor historia en el fútbol argentino, se encuentra actualmente en medio de una profunda crisis institucional que amenaza su estabilidad.
La situación se ha complicando tras la publicación de un video en el que el entonces dirigente Marcelo Moretti aparece supuestamente recibiendo una coima, en un hecho que ha estremecido a la dirigencia y a los hinchas del club.
El incidente, ocurrido en medio de una investigación judicial, ha generado inflexibilidad en la postura del club, que busca evaluar medidas internas para enfrentar la gravedad de las acusaciones.
La dirigencia, con Julio Lopardo en el cargo de vicepresidente en funciones de presidente, ha iniciado movimientos internos para solicitar la destitución de Moretti, quien actualmente está en licencia, y fue incluso acusado por el Tribunal de Ética y Disciplina del club por conductas que pueden calificar como corrupción.
La denuncia, que ha movilizado a la camiseta azulgrana, fue soportada por imágenes y testimonios que refieren a una supuesta entrega de 23.000 euros (equivalentes a 25.000 dólares en el cambio actualizado) a Moretti a cambio de facilitar la incorporación de un juvenil a las inferiores. La repercusión fue inmediata, y una parte importante de los hinchas y sectores del oficialismo piden que se adelanten las elecciones para renovar los cargos directivos y restaurar la transparencia en la gestión.
Internamente, la gestión de Lopardo busca fortalecer su postura y colaboró con las investigaciones internas del club para determinar la veracidad de las acusaciones.
Sin embargo, la Federación Argentina de Fútbol (AFA), a través de su Tribunal de Ética, ordenó detener el proceso de destitución, argumentando que la competencia para juzgar estos hechos corresponde a su órgano especializado y que cualquier acción contra Moretti debe respetar los procedimientos establecidos.
El conflicto entre las instancias internas del club y las decisiones del máximo ente futbolístico ha llevado a que algunos analistas consideren que la disputa puede tardar varios meses en resolverse completamente.
Mientras tanto, la incertidumbre crece en torno a la estabilidad del club y su futuro a corto plazo. La Justicia ordinaria también interviene en el caso, con una denuncia por administración infiel que actualmente está en trámite en los juzgados de Nación y de la Ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, el presidente del Tribunal de Ética del club, Leandro Chizzini, reafirmó su postura de continuar con el proceso, argumentando que la investigación se inició mucho antes de la intervención del organismo nacional, y remarcó que el compromiso del tribunal es mantener la integridad y la transparencia del club, independientemente de las presiones externas.
La gestión de Lopardo, en tanto, se mantiene expectante, con la mirada puesta en la próxima reunión de la Comisión Directiva, que se realizará este viernes.
En esa reunión, además de discutir aspectos relacionados con el balance del período 2023-2024 y el presupuesto 2025-2026, se abordará el futuro del liderazgo de la institución y la posible convocatoria a una asamblea general para tratar la situación del presidente en licencia.
Sin embargo, por ahora, la directiva del club no tiene en agenda una votación formal para destituir a Moretti, confiando en que las investigaciones judiciales aclaren la situación.
El contexto actual en San Lorenzo es un reflejo de las dificultades que enfrentan los clubes en Argentina para mantener la transparencia y la buena gobernanza, en un escenario donde el fútbol es un fenómeno social y cultural de gran influencia.
La historia del club, que data de su fundación en 1908 y está considerado uno de los cinco grandes del fútbol argentino, añade una capa de complejidad a la crisis, debido a su legado y a las expectativas de sus seguidores.
Mientras tanto, los hinchas y las instituciones externas observan de cerca cómo evoluciona esta situación, que podría tener repercusiones no solo deportivas sino también institucionales.
La resolución de este conflicto será clave para determinar si San Lorenzo logra superar su crisis y retornar a la senda de estabilidad y éxito que siempre lo ha caracterizado en su historia centenaria.