El equipo de Oklahoma City rompe una larga sequía y logra su primer campeonato desde su traslado, en una final llena de emoción y récords históricos.

En una noche que pasará a la historia del baloncesto, el Oklahoma City Thunder se coronó campeón de la NBA 2024-25 tras superar en un cerrado duelo a los Indiana Pacers por 103-91 en el séptimo y decisivo partido de la serie final.

Este logro representa la primera vez en más de 40 años que el equipo logra un campeonato desde que era conocido como los Seattle SuperSonics, que conquistaron su último título en 1979.

El equipo, que se trasladó a Oklahoma en 2008, ha experimentado una notable transformación en los últimos años, y esta temporada ha sido una de las más memorables en su historia.

Con un récord regular de 68 victorias y 14 derrotas, los Thunder cerraron la temporada con un total de 84 triunfos, igualando el tercer mejor registro en la historia de la NBA, compartido con los Chicago Bulls de 1996-97.

El jugador estrella Shai-Gilgeous Alexander, merecidamente reconocido como el MVP de la temporada regular y también como el jugador más valioso de las finales, brilló en el partido decisivo con 29 puntos, 12 asistencias y 5 rebotes.

Su actuación le convirtió en solo el tercer jugador en la historia del NBA Finals en registrar al menos 25 puntos y 12 asistencias en un Juego 7, uniéndose a leyendas como Walt Frazier y Jerry West.

El encuentro fue marcado por una lesión temprana que presuntamente afectó profundamente a Indiana. Tyrese Haliburton sufrió una lesión en el tendón de Aquiles al intentar penetrar hacia la canasta en el primer cuarto, lo que supuestamente mermó la ofensiva del equipo visitante.

Haliburton, que ya había sufrido una distensión en la pantorrilla en el Juego 5, intentó jugar a pesar del dolor en el último partido de la serie, pero la lesión le impidió ofrecer su mejor rendimiento y dejó a los Pacers sin una pieza clave en su rotación.

La derrota de Indiana fue un duro golpe, ya que la lesión de Haliburton dejó al equipo sin la potencia ofensiva necesaria para hacer frente a la sólida defensa de Oklahoma City.

Además, esta victoria hizo que el Thunder se convirtiera en el segundo equipo más joven en la historia de la NBA en ganar un campeonato, con una plantilla en su mayoría compuesta por jugadores menores de 28 años.

Solo dos jugadores en su roster superan los 30 años: Alex Caruso, con 31, y Kenrich Williams, con 30.

El triunfo también refuerza la tendencia de los equipos jóvenes y dinámicos en la liga, que, gracias a las modernas estrategias de scouting y desarrollo de talento, están logrando competir al más alto nivel.

Los Thunder, con una media de edad de aproximadamente 24 años, se han convertido en un ejemplo de cómo la juventud y el talento pueden ser la combinación perfecta para alcanzar la gloria.

Tras la victoria, los aficionados en Oklahoma City podrán disfrutar de la celebración de campeones el 24 de junio en el centro de la ciudad. Antes del desfile, el equipo se congregará en el Paycom Center para una ceremonia donde los jugadores ofrecerán discursos y levantarán la histórica copa Larry O'Brien, símbolo de la supremacía en la NBA.

La coronación de Oklahoma City marca un nuevo capítulo en su historia, y presuntamente, la consolidación de un proyecto a largo plazo que promete muchos más éxitos en el futuro cercano.

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