El festejo de cumpleaños de 18 años del futbolista Lamine Yamal genera controversia en España, tras revelaciones sobre contrataciones inapropiadas y posibles violaciones a la ley de discapacidad, motivando una investigación oficial.

El cumpleaños de 18 años de Lamine Yamal, jugador del FC Barcelona, ha generado un fuerte debate en España tras salir a la luz detalles que implican conductas cuestionables y posibles infracciones a la ley de discapacidad.

La celebración, que contó con aproximadamente 200 invitados, ha sido objeto de investigación por parte de las autoridades, debido a la presunta vulneración de derechos de personas con discapacidad.

Inicialmente, se conoció que durante la fiesta se contrataron personas con enanismo para participar en el evento, lo cual fue denunciado por la Asociación para la Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad (ADEE).

La ley española prohíbe cualquier espectáculo o actividad que denigre a las personas con discapacidad, y según el director general de Discapacidad, Jesús Martín, la celebración podría haber transgredido estos principios.

Pero las polémicas no se limitaron a esto. Una modelo española, Claudia Calvo, relató en un programa de televisión que fue contactada por el entorno cercano del futbolista para participar en la organización de la fiesta con condiciones muy específicas.

Calvo, quien tiene experiencia trabajando en clubes nocturnos, explicó que le pidieron contratar mujeres con características físicas particulares: rubias, con busto muy definido, y que además guardaran confinamiento absoluto en sus teléfonos móviles.

La modelo aclaró que rechazó esa proposición, alegando que le parecía una propuesta indecente.

Según Calvo, a las mujeres que se les solicitaba participar se les proporcionaba una tarjeta con dinero, entre unos 9.000 y 18.000 euros (que equivaldría a aproximadamente 9.500 a 19.000 euros en valores actuales). Sin embargo, la modelo también afirmó que no sabía exactamente qué se pretendía con esa contratación, y que una vez entregada la tarjeta, ellas solo estaban dispuestas a seguir las instrucciones sin conocer todos los detalles.

Las condiciones para las asistentes incluían la prohibición del uso de cámaras o teléfonos, la presencia de drogas —aunque ella aseguró que no fue requerida—, y la inclusión de vuelos, alojamiento y comidas en un paquete todo incluido, además de medidas para mantener la discreción más absoluta.

La ubicación de la fiesta se mantenía en secreto y solo se revelaba unas horas antes del evento.

La revelación de estos detalles causó revuelo en la prensa y generó una profunda preocupación entre las autoridades españolas. Según informó Jesús Martín, el gobierno ha solicitado a la Fiscalía, al Defensor del Pueblo y a la Oficina de Lucha contra los Delitos de Odio que investiguen si en la celebración de Yamal se cometieron delitos relacionados con la vulneración de derechos de personas con discapacidad.

Hasta el momento, el Ministerio de Derechos Sociales de España ha expresado su inquietud por la posibilidad de que estas actividades hayan promovido una percepción negativa de las personas con enanismo, especialmente considerando la influencia pública que posee un futbolista como Yamal.

La ley en España regula estas actividades para evitar que se use la discapacidad como motivo de burla o discriminación, y tanto el ente regulador como la sociedad están en alerta ante estas acusaciones.

Este episodio vuelve a poner en discusión los límites del comportamiento de figuras públicas en eventos privados, así como el impacto que sus acciones pueden tener en la percepción social y en las leyes que protegen a los grupos vulnerables.

Aunque las investigaciones aún están en curso, el caso demuestra la necesidad de mayor conciencia y responsabilidad en el trato a las personas con discapacidad, tanto en la esfera pública como en la privada, y recuerda que la ley debe aplicarse con igualdad para todos, sin importar la posición social o el dinero que se pueda tener.