El club Huracán ha realizado una importante inversión en refuerzos, vendiendo jugadores por más de 7,2 millones de dólares (aproximadamente 6,5 millones de euros) y sumando nuevas figuras para competir al máximo nivel en el fútbol argentino. La llegada de talentos como Matko Miljevic y Agustín Urzi refuerza sus expectativas de alcanzar la final y pelear por el campeonato.

En diciembre de 2024, en el estadio de Liniers, un escenario que quedó marcado en la memoria del fútbol argentino desde 2009, Huracán se presentó con la esperanza de avanzar en su campaña.

Sin embargo, una derrota ante Vélez Sarfield los dejó heridos en su orgullo y en su búsqueda de gloria. A partir de ese momento, el club comenzó a reestructurar su plantel, logrando un balance entre ventas y refuerzos que ha llamado la atención en el fútbol local.

Durante el mercado de pases, Huracán vendió jugadores por un total de aproximadamente 7,2 millones de dólares (unos 6,5 millones de euros), y realizó incorporaciones por un valor cercano a los 700.000 euros. Con esta estrategia, logró fortalecer su estructura sin perder competitividad, manteniendo así sus aspiraciones de protagonismo en la Liga Argentina y en competencias internacionales.

El equipo, dirigido por Frank Darío Kudelka, ha mostrado una notable mejoría desde la llegada de nuevos jugadores y una planificación inteligente.

En la defensa, reforzaron la zaga con la incorporación de Marco Pellegrino, un defensor que llega tras un paso breve por Independiente, con la misión de reemplazar a Fernando Tobio y cubrir la lesión de Luis Carrizo, quien sufrió una grave lesión en octubre, que lo mantendrá fuera de las canchas durante varias semanas.

En el mediocampo, Huracán encontró en Leonardo Gil, llegado libre desde Colo Colo, un jugador con experiencia y pegada que aporta liderazgo y juego asociativo.

Pero la joya del equipo sin dudas es Leonel Pérez, un mediocampista central de 20 años, que en 2023 fue promovido a la reserva y ahora se consolidó como una pieza fundamental en la infraestructura del equipo.

La llegada de Matko Miljevic representó una revolución en la creación de juego del equipo. De nacionalidad argentina y croata, quien se incorporó con un contrato en el que Huracán adquirió el 50% del pase por unos 400.000 dólares (unos 360.000 euros), ha sido una pieza clave en el sector ofensivo. En 15 partidos en la Copa Sudamericana, logró anotar 5 goles y brindar 5 asistencias, liderando a Huracán en su grupo y asegurando su clasificación a los octavos de final, en una campaña que genera expectativas de éxito.

Asimismo, la apuesta por el delantero Agustín Urzi, cedido a préstamo sin cargo desde Juárez FC tras su paso por Racing Club, ha dado frutos. Urzi tomó el puesto de Rodrigo Cabral y se convirtió en una pieza clave en el esquema del técnico Kudelka. Los laterales también han mostrado un rendimiento positivo, con Tomás Guidara y César Ibáñez que se han destacado en partidos recientes, aportando solidez y proyección en ataque.

El club ha disfrutado de buenos resultados económicos. Ha obtenido ingresos por ventas que superan los 7 millones de dólares (unos 6,3 millones de euros), refinando su balances y permitiendo nuevas inversiones en futuras incorporaciones.

Esta estrategia ha sido fundamental para mantener un equipo competitivo sin mermar su estructura financiera.

En el aspecto deportivo, Huracán ha llegado a la última etapa del torneo local con posibilidades de consagrarse campeón, algo que no logra desde hace más de 50 años.

Walter Mazzantti, actualmente portando la camiseta número 10, ha sido una figura determinante, con un estilo de juego que combina velocidad, desmarque y precisión.

Aunque en el pasado estuvo en los planes de clubes como Boca Juniors e Independiente, finalmente optó por seguir en Parque Patricios, donde se ha convertido en uno de los referentes del equipo.

Kudelka, que ha sabido sacar lo mejor de sus dirigidos, destacó tras el último partido: "Son jugadores que se entregan en cada cancha, plenamente convencidos de nuestra forma de jugar y de luchar hasta el final".

Con un plantel renovado y una gestión económica que respalda sus objetivos deportivos, Huracán se prepara para afrontar los próximos desafíos con la ilusión de inscribir su nombre en el libro de historia del fútbol argentino, buscando emular los éxitos del legendario torneo de 1973, cuando conquistaron por última vez un campeonato en su territorio.

La pasión y el compromiso en el campo, sumados a una estrategia económica inteligente, dejan a las puertas de un posible título que significaría mucho para la hinchada del Globo.