Europa reafirmó su dominio en la Ryder Cup al vencer a Estados Unidos en una polémica edición en Nueva York, marcada por incidentes de violencia y comportamiento agresivo en la tribuna. La competencia terminó con un ajustado marcador de 15 a 13, consolidando el éxito de la delegación europea, pero dejando tras de sí cuestionamientos sobre la conducta de los aficionados.
La Ryder Cup 2025, uno de los eventos más emblemáticos en el mundo del golf, volvió a demostrar su carácter de máxima competencia entre equipos europeos y estadounidenses, celebrándose en esta edición en el prestigioso campo Bethpage Black, situado en Nueva York.
La victoria final fue para Europa, que consiguió retener la famosa copa tras vencer por un estrecho marcador de 15 a 13 en una jornada llena de tensión y controversias.
Este enfrentamiento se disputó en un contexto particular, donde la presencia de un público enardecido y, en algunos casos, hostil, generó una serie de incidentes que opacaron la celebración deportiva.
La tensión se intensificó cuando un grupo de espectadores agresivos agredió a la esposa del notable golfista Rory McIlroy, Erica, arrojándole un vaso de cerveza que la golpeó en el rostro.
El propio jugador expresó su indignación y lamentó la situación, asegurando que "lo que ocurrió esta semana en el evento no es aceptable. Erica es una mujer fuerte y ha manejado esta situación con dignidad y serenidad".
El episodio ocurrió durante un partido de fourball, en el que McIlroy, número dos del mundo, junto a Shane Lowry, enfrentaba a Justin Thomas y Cameron Young.
La agresión, que fue justificada por quien la realizó alegando que buscaba golpear a McIlroy, no solo evidenció un comportamiento inaceptable, sino que también suscitó fuertes críticas por parte del equipo europeo y de la organización.
La situación fue agravada por los insultos y los cánticos dirigidos a McIlroy por parte de los espectadores estadounidenses, quienes buscaron distraerlo y afectar su rendimiento durante el juego.
Antes de la competencia, los jugadores europeos habían sido entrenados con tecnología de realidad virtual para acostumbrarse a posibles situaciones de ruido y agresión.
Sin embargo, nada pudo prepararlos por completo para lo que ocurrió durante los días del evento, en los que la presencia del expresidente Donald Trump, que fue recibido con mayor simpatía que en otras ocasiones, agregó un matiz político y polémico a la disputa.
La actividad se volvió aún más tensa cuando la división entre Europa y Estados Unidos por temas comerciales y políticos se reflejó en la actitud de los espectadores y en la dinámica del torneo.
Durante la primera mitad del evento, Europa tomó una ventaja significativa, terminando el viernes con un marcador de 11,5 a 4,5. Sin embargo, el clima hostil y la actitud agresiva de algunos aficionados no solo afectaron el ambiente, sino que también desataron un debate sobre el comportamiento de los hinchas en eventos deportivos internacionales.
McIlroy, en particular, fue blanco de burlas relacionadas con su herencia irlandesa y su estatura, además de recordar en varias ocasiones que otros jugadores fueron también objetivo de insultos y gritos,
mostrando el nivel de tensión y provocación en las gradas.
El equipo europeo, consciente del ambiente hostil, mantuvo la concentración y también participó en provocar una reacción de los espectadores, cantando una canción que hacía referencia al entonces presidente Donald Trump, en un acto que muchos interpretaron como una forma de respuesta a la hostilidad recibida.
Tras la victoria, algunos miembros del equipo europeo criticaron públicamente la conducta de ciertos fanáticos y reafirmaron su compromiso con el respeto y la deportividad, señalando que esto refleja los valores que deben guiar al deporte.
El éxito deportivo y la manera en que Europa logró mantenerse firme en medio de la adversidad resultaron en felicitaciones por parte de figuras políticas y deportivas.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Unión Europea, felicitó a la delegación por su talento y espíritu de equipo, destacando que "lo que han logrado es un ejemplo del espíritu europeo, que no puede ser comprado con dinero".
Además, el equipo realizó una pegajosa canción en la que preguntan: "¿Estás viendo? ¿Estás viendo? ¿Estás viendo a Donald Trump?" en respuesta a las tensiones políticas y sociales que rodean el torneo.
Con todo, la Ryder Cup 2025 dejó lecciones importantes sobre los desafíos que aún persisten en el deporte, especialmente relacionados con la conducta de los aficionados.
Los organizadores y la PGA han reiterado su compromiso de fortalecer las medidas de seguridad y promover valores de respeto y deportividad en futuras ediciones, buscando que el golf siga siendo un deporte que una a las personas en lugar de dividirlas.
La próxima edición, programada para 2027 en Irlanda, será una oportunidad para reflexionar y mejorar, asegurando que incidentes como los sucedidos en Nueva York sean historia del pasado.