Lionel Messi sigue mostrando su calidad y liderazgo en el fútbol estadounidense. La estrella argentina, considerado uno de los mejores jugadores de la historia, fue la figura principal en la victoria del Inter Miami contra el DC United, en un encuentro disputado en el estadio Chase.

Su participación incluyó una asistencia de lujo para Tadeo Allende, quien prácticamente no necesitó controlar la pelota para definir, y un doblete que selló la remontada del equipo capitalino, llevando el marcador final a 3-2 en favor del Inter Miami.

El partido fue intenso y disputado durante gran parte del primer tiempo, con ambos equipos luchando en el mediocampo y cometiendo varias imprecisiones.

Sin embargo, Messi, con su visión de juego y talento, cambió el ritmo del encuentro en el momento en que tomó el control. A los 30 minutos, realizó una habilitación espectacular desde su propia mitad, dejando a Allende en una posición inmejorable frente al arquero rival, Luis Barraza.

La jugada fue tan precisa que el exjugador de Godoy Cruz no tuvo que hacer más que frenar y definir, abriendo el marcador para su equipo.

Este tipo de acciones son las que diferencian a Messi en cualquier competición, y en Estados Unidos no es la excepción. Sus actuaciones no solo han elevado el nivel del Inter Miami, sino que también han impulsado la renovación de su contrato, que según medios locales, está muy cerca de extenderse por al menos un año más.

La dirigencia del club, encabezada por Jorge Mas, ha expresado públicamente que Messi es fundamental para el proyecto, que incluye la inauguración de un nuevo estadio cerca del aeropuerto internacional de Miami en 2024.

Más allá de su impacto deportivo, Messi ejerce un papel de liderazgo dentro y fuera del campo. Su decisión de no viajar con Argentina para la última fecha de las eliminatorias sudamericanas demuestra su compromiso con el club y su deseo de conquistar la MLS.

La victoria del sábado refleja esa dedicación, aunque el equipo sigue enfrentando problemas defensivos que deben atenderse. Sin embargo, la calidad individual del astro argentino ha sido clave para garantizar resultados positivos.

En el segundo tiempo, Messi dejó su huella con jugadas decisivas. A los 65 minutos, recibió un pase de Jordi Alba en el área, realizó una maniobra hábil para evitar a dos defensores y definió con firmeza al primer palo, poniendo al equipo en ventaja.

Luego, ofreció otra asistencia en largo que dejó a Mateo Silvetti en una clara posición para rematar, aunque su disparo fue detenido por el arquero tras un penal cometido en su contra.

A pocos minutos del final del partido, Messi recortó desde la izquierda, amagó con su zurda y colocó el balón en el ángulo, asegurando su gol número 882 en su carrera, y el 22° en esta temporada de la MLS, siendo el máximo goleador del torneo.

A los 38 años, Messi continúa demostrando que sigue en un nivel excepcional, consolidándose como uno de los futbolistas más influyentes y queridos en la historia del deporte.

Su presencia en la MLS no solo ha elevado el perfil del fútbol en Estados Unidos, sino que también ha generado un impacto económico y mediático, acercando a la liga a una audiencia global.

La trayectoria de Messi, que incluye innumerables récords y logros en clubes como Barcelona, París Saint-Germain y actualmente en Miami, lo ha convertido en una leyenda viva del fútbol mundial.

Su influencia va más allá del juego, sirviendo como embajador del deporte en un momento en el que la globalización y la innovación son claves para su crecimiento.