El colombiano Jorman Campuzano rememora los retos que enfrentó en su paso por Boca Juniors, revelando una tragedia familiar profunda. Actualmente se siente feliz en Atlético Nacional, club que considera ha marcado su trayectoria.
Jorman Campuzano, el mediocampista colombiano, ha experimentado un camino tumultuoso en su carrera. Desde su llegada a Boca Juniors, el jugador se enfrentó a distintos desafíos, no todos relacionados con su desempeño en el campo. En la actualidad, se encuentra cedido a préstamo en Atlético Nacional, un equipo con el que se siente pleno y agradecido.
Durante su etapa en Boca, marcada por la presión propia del club y la pasión de los hinchas, Campuzano vivió momentos muy difíciles a nivel personal.
En una reciente entrevista, el jugador reveló que su lucha no fue contra críticas o un bajo rendimiento, sino contra una tragedia familiar que impactó profundamente su vida.
En 2021, mientras se preparaba para un partido contra Patronato, recibió la devastadora noticia de que uno de sus mellizos no se estaba desarrollando adecuadamente.
"Fue una situación desgarradora, y en ese momento, pensaba que no podía continuar jugando al fútbol", confiesa.
Su relato desgarrador toca la fibra sensible, revelando una vivencia que muy pocos conocían. "Siempre respetaré a Boca. Jugando 150 partidos, no entiendo por qué la gente afirma que fue difícil. No blameemos al club ni al fútbol argentino. En ocasiones, los problemas familiares son los que presionan a los jugadores a tomar decisiones complicadas", observa Campuzano, reflexionando sobre su paso por el fútbol argentino.
Tras atravesar este momento trágico, el mediocampista fue enviado a préstamo al Giresunspor en Turquía. Este cambio de ambiente fue crucial para él; le permitió tomar distancia y procesar su dolor. Regresó a Boca para cumplir con su compromiso, completando en total 126 partidos con el equipo, antes de emprender su camino en Atlético Nacional, donde actualmente juega.
"Ahora tengo hasta la mitad de año de contrato y no puedo prever el futuro, pero he dejado atrás lo más duro, que es perder un hijo. Ahora, cada día es una oportunidad para disfrutar y estar con mis dos hijos, que es, sin duda, el trabajo más importante que tengo", asegura el jugador, quien se encuentra en un periodo de reflexión sobre su carrera.
Hablando sobre su regreso a Nacional, Campuzano menciona que tuvo varias ofertas de equipos mexicanos y brasileños, pero decidió que era el momento perfecto para volver al club que impactó su vida al abrirle las puertas del fútbol internacional.
En su corazón, reconoce que Nacional es el equipo que verdaderamente le ha brindado una segunda oportunidad, tras su paso por Deportivo Pereira.
Con esta nueva etapa en Atlético Nacional, Campuzano parece haber encontrado un espacio donde puede sanar y disfrutar del fútbol nuevamente, mostrando que a pesar de las dificultades personales, es posible encontrar un camino hacia la felicidad.
Su historia es un recordatorio de que las luchas en la vida personal a menudo trascienden el ámbito profesional, y que hay momentos en los que el deporte puede ser una vía de escape y renovación.