El club mendocino anticipa pérdidas económicas y de puntos debido a la agresión hacia un árbitro durante un partido.
El Club Godoy Cruz, ubicado en Mendoza, se prepara para enfrentar graves consecuencias tras un incidente violento que tuvo lugar en su reciente partido contra Talleres de Córdoba.
Este encuentro, que estaba en curso, fue suspendido al quedar el juez de línea Diego Martín herido debido a un proyectil arrojado desde la hinchada local.
La situación ha generado preocupación en las autoridades del club, ya que el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) estipula que cualquier decisión que tomen resultará en perjuicios en términos económicos, de puntos y localía para el equipo.
El evento desafortunado ocurrió durante la tercera fecha del torneo Apertura, cuando un aficionado lanzó un tubo de PVC, utilizado comúnmente para sostener banderas, golpeando al árbitro asistente.
Según el informe médico, Martín sufrió cortes en la frente y mareos, lo que le obligó a recibir atención médica y tests en un hospital de Mendoza.
Este episodio refleja un patrón preocupante, ya que en los últimos dos años, Godoy Cruz ha sido protagonista de múltiples actos de violencia en sus instalaciones.
De acuerdo a las normativas de la AFA, Godoy Cruz podría enfrentar una sanción que incluya la pérdida de entre dos a seis puntos en el torneo, además de una multa económica que se ha estimado en aproximadamente 10 millones de pesos argentinos (cerca de 35,000 euros), derivada de unas 500 entradas generales que el club suele vender a 20 euros cada una.
Asimismo, el club tendrá que jugar ciertos partidos a puerta cerrada, lo que complicará aún más su situación financiera ya que no podrá calcular ingresos por venta de boletos en esos encuentros.
En un contexto histórico, la última vez que se suspendió un partido por disturbios en la tribuna, Godoy Cruz enfrentó sanciones similares. En aquella ocasión, tuvieron que pagar los costos de traslado y hospedaje a los rivales, y se les aplicó una resta de puntos al final del torneo. Aunque anteriormente existía la posibilidad de apelar, para el club es incierto si esta vez se podrá evitar la sanción.
Los próximos encuentros de Godoy Cruz como local incluirán juegos contra equipos de renombre como River Plate y San Lorenzo, lo cual aumenta la presión sobre la junta directiva para manejar la situación de la mejor manera posible.
Sin embargo, estas restricciones de público se llevarán a cabo en un estadio Feliciano Gambarte que actualmente está en proceso de remodelación, lo que limita aún más la capacidad del club para generar ingresos.
Es esencial que el club adopte medidas para prevenir futuros incidentes. Los directores están considerando aspectos de mitigación que puedan ser tenidos en cuenta por el tribunal, como la identificación del agresor para posibles expulsiones de la comunidad del club, así como la implementación de un derecho de admisión más riguroso.
Sin embargo, el tribunal probablemente mantendrá su enfoque en los eventos tal como ocurrieron, ya que la seguridad en el fútbol debería ser una prioridad innegociable.
En un futuro cercano, el tribunal se pronunciará sobre el caso de Godoy Cruz, y se anticipa que la sanción será severa. La afición del club espera que se tomen decisiones firmes para desincentivar la violencia en el deporte y proteger tanto a jugadores como a árbitros, creando así un ambiente más seguro para todos los involucrados.