Steve Smith supera a Allan Border para convertirse en el segundo mayor anotador de Australia frente a Inglaterra en Tests, durante el cuarto Test de los Ashes 2025-26 en Melbourne. Este artículo repasa las cifras, el desarrollo del encuentro y el contexto histórico de una de las rivalidades más longevas del cricket.

Melbourne, Australia, 27 de diciembre. Steve Smith elevó su estatus frente a Inglaterra durante el cuarto Test de los Ashes 2025-26, al superar a Allan Border para situarse como el segundo máximo anotador de la historia de Australia contra los ingleses en Tests.

Este logro llega en una serie que registra una de las rivalidades más duraderas del deporte, con los ojos puestos en la figura de Smith en un contexto histórico dominado por leyendas como Don Bradman, cuyo rendimiento frente a Inglaterra sigue siendo el listón irremontable de la historia de las pruebas para los australianos.

En la estadística pura, Smith acumula 3.553 carreras en 40 Tests disputados contra Inglaterra, con un promedio de 55.51, que incluye 12 siglos y 14 cincuentas en 72 innings. Su mejor score frente a los ingleses es 239. Por su parte, Allan Border sumaba 3.548 carreras en 82 innings, a un promedio de 56.31, con ocho siglos y 21 cincuenta, y su mejor cifra era 200*; en la historia, Bradman continúa a la cabeza con 5.028 carreras en 37 Tests y 63 innings, a un promedio de 89.78, con 19 siglos y 12 cincuenta, y un máximo de 334.

En el propio encuentro, Inglaterra se llevó el duelo de la jornada tras ganar el sorteo y elegir bowler primero, optando por hacer batear a Australia en la apertura.

En la primera entrada, Australia fue eliminada para 152 en 45.2 overs. El mayor aporte en esa entrega provinó de Neser, con 35; Smith quedó registrado con 9 ante el ataque de Tongue, mientras que él mismo no pudo convertir su participación inicial en una gran actuación.

No obstante, en esa misma sesión de la jornada, Smith dejó constancia de su resistencia anotando 24* en 39 bolas, con un four, para sostener la línea de defensa ante el colapso colectivo que vivía el conjunto local.

El ataque británico mostró un rendimiento contundente: England fue dejada en 110 all out en 29.5 overs. Neser brilló con 4/45 y Scott Boland sumó 3/30, desmantelando la ofensiva de los visitantes y dejando a Australia con una ligera ventaja de 42 carreras.

El partido parecía crudo y disputado, con un estado de la pista que exigía concentración de todos los batsman, y donde cada caída de wickets iba limitando las opciones de remontada.

En la segunda tanda, Australia volvió a sufrir y se desplomó a 132; Head anotó 46 y Smith terminó la jornada con 24* (39 bolas) para completar una actuación que, a pesar de la resistencia, no impidió que Inglaterra quedara en posición de dar la vuelta al resultado.

Inglaterra, persiguiendo 175 para ganar, mostró una respuesta que estuvo cerca de materializarse en un desenlace de tensión, con Brook y Duckett en posiciones destacadas durante la primera mitad de la defensa, y una aproximación que dejó en el aire la resolución final hasta las postrimerías.

Sin embargo, este capítulo no dio la victoria a Australia, y los ingleses confirmaron su capacidad para sostener una remontada en un escenario que, según analistas, favorece a quien mantiene la disciplina en condiciones de presión.

La presencia de Smith en este episodio añade un componente histórico más a una rivalidad que ha tendido a redefinirse con cada aparición en el campo.

A nivel cultural, Ashes ha sido a lo largo de décadas una de las series más seguidas y comentadas, con un peso simbólico que trasciende el cricket moderno.

Su narrativa ha estado marcada por espectaculares remontadas, fantasías estadísticas y la saga de generaciones que han buscado inscribir su nombre en un registro que, para muchos, representa la cúspide de la crónica deportiva.

Supuestamente, este rendimiento podría reforzar la confianza de Smith para las próximas etapas de la serie y para el calendario internacional posterior, donde las selecciones buscarán convertir cada encuentro en una ocasión histórica.

Presuntamente, los expertos señalan que estos hitos influyen en la percepción de la continuidad del ciclo de liderazgo en el cricket australiano, especialmente cuando se acercan los grandes torneos y la necesidad de que figuras como Smith mantengan un rendimiento sostenido ante rivales de alto nivel.