Un enfrentamiento violento en el estadio José María Minella de Mar del Plata dejó a tres personas heridas y generó repudio en la comunidad deportiva. A pesar de un empate sin goles entre Aldosivi y Newell's, los incidentes acapararon la atención por su crudeza y las implicancias en la seguridad del fútbol argentino.

El partido disputado este sábado en el estadio José María Minella de Mar del Plata, entre Aldosivi y Newell's Old Boys que finalizó sin goles, fue eclipsado por un acto de violencia que conmocionó a los asistentes y a la comunidad deportiva en general.

Lo que parecía ser un encuentro más en la liga argentina se vio marcado por una pelea brutal entre miembros de la barra del equipo local, hechos que rápidamente se viralizaron y generaron condena generalizada.

Los incidentes ocurrieron en la popular sur del estadio, donde un enfrentamiento violento estalló entre algunos integrantes de la hinchada del Tiburón.

Lo que empezó como un altercado aislado se transformó rápidamente en una pelea a golpes, pero la gravedad se incrementó con el uso de elementos cortopunzantes y baquetas de percusión afiladas.

La Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide) informó que el saldo fue de tres personas heridas, todas ellas con lesiones cortantes de consideración.

Las víctimas, que recibieron asistencia en la ambulancia del servicio médico de la zona, tenían entre 29 y 36 años. Uno presentaba un corte profundo en el cuero cabelludo, otro tenía una herida cortante en el pómulo izquierdo, y el tercero sufrió un corte superficial en el tórax.

A pesar de la gravedad de las lesiones, ninguno de los heridos optó por presentar denuncia formal ni aportar detalles sobre los agresores. La situación fue atendida en el mismo estadio, sin que ninguno fuera trasladado de urgencia a un centro hospitalario.

Este enfrentamiento, aparentemente motivado por una disputa interna dentro de la barra del club, motivó la intervención de las autoridades judiciales y policiales.

La fiscal María Constanza Mandagarán tomó conocimiento del incidente y por indicación de la fiscalía, la Oficina de Composición Temprana de Conflictos dirigida por Graciela Trill, inició una causa de oficio por lesiones leves agravadas, por producirse en el marco de un espectáculo deportivo.

Por su parte, tanto el club Aldosivi como la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) emitieron comunicados expresando su rechazo a la violencia y su compromiso por tomar medidas efectivas.

Desde el club, se señaló que trabajan en colaboración con diferentes organismos como el Ministerio de Seguridad, la Aprevide y la policía provincial para identificar y sancionar a los responsables, además de pedir derechos de admisión para quienes incumplan las normas de convivencia.

El comunicado oficial de Aldosivi afirmaba: "Rechazamos energicamente los hechos de violencia ocurridos hoy en nuestro estadio. La seguridad y la paz en cada partido son prioridades para nosotros. Estamos cooperando con las autoridades para esclarecer lo sucedido y tomar las medidas pertinentes para prevenir futuros incidentes".

La AFA también expresó su condena mediante una declaración que manifestaba: "Nos solidarizamos con las víctimas y reafirmamos nuestro compromiso de erradicar la violencia en el fútbol argentino.

Reiteramos que colaboraremos con las investigaciones y reforzaremos los controles para garantizar la seguridad en los estadios".

Históricamente, el fútbol en Argentina ha enfrentado episodios de violencia que se remontan a décadas. En los años 80 y 90, las peleas entre barras bravas y las distintas disputas internas llegaron a niveles extremos, dejando varias heridas y tragedias.

En 2013, uno de los episodios más recordados fue la pérdida de vidas en el Federal B en Buenos Aires, donde la violencia en los estadios llevó a la implementación de protocolos más estrictos y a campañas de cultura de paz.

Sin embargo, estos incidentes recientes muestran que aún persisten desafíos en la seguridad y la convivencia en las canchas argentinas.

El fútbol, considerado el deporte más popular en Argentina, tiene una influencia cultural profunda y su historia está llena de tradiciones y pasiones que, a veces, se ven opacadas por hechos de violencia.

La comunidad deportiva hace un llamado a redoblar esfuerzos para que el espectáculo se centre en la pasión sana, respetando la integridad de jugadores, cuerpos técnicos y los espectadores, y fomentando valores de convivencia que reflejen el espíritu del deporte.

En definitiva, estos hechos en Mar del Plata reafirman la necesidad de seguir fortaleciendo las medidas de seguridad y promover una cultura de respeto en los estadios, donde el fútbol sea disfrutable para todos y un espacio de diversión y unión, y no de violencia y enfrentamientos.