Después de más de veinte años de colaboración, Helmut Marko, una de las figuras más influyentes en la historia reciente de Red Bull Racing, anunció su retiro del equipo a fin de año, poniendo fin a una etapa marcada por numerosos logros y momentos polémicos en la Fórmula 1.

Con 82 años, Marko se convirtió en una pieza fundamental en la estructura del equipo austríaco, cuyo ascenso en la cúspide del automovilismo mundial estuvo estrechamente ligado a su figura.

Desde su ingreso en la década del '90, cuando participaba como piloto en carreras de resistencia y en la 24 Horas de Le Mans, hasta su transición a la gestión deportiva, Marko fue responsable de reclutar y desarrollar a talentos de la talla de Sebastian Vettel y Max Verstappen.

El vínculo de Marko con Red Bull empezó en 2005, cuando asumió su rol de asesor deportivo, velando por la estrategia, la formación de pilotos y la construcción de una escudería competitiva en la máxima categoría.

Durante su gestión, el equipo logró conquistar seis campeonatos de pilotos y ocho de constructores, éxitos que colocaron a Red Bull en la élite de la Fórmula 1.

La llegada de Verstappen y Vettel, ambos provenientes de la academia desarrollada por Marko, fue clave en este proceso.

El legado del austriaco también incluye su participación en el desarrollo del programa juvenil de Red Bull, que en su momento fue un impulso para talentos emergentes, y su papel en las decisiones estratégicas del equipo.

Sin embargo, su figura no estuvo exenta de controversia. Muchas veces, fue criticado por su carácter exigente y por su postura rígida frente a los pilotos jóvenes, además de protagonizar polémicas con algunos corredores y miembros del equipo.

El fallecimiento de Dietrich Mateschitz, fundador de la marca de bebidas energéticas y propietario de Red Bull, en octubre de 2022, generó un cambio en la estructura interna del equipo.

La influencia de Marko se vio reducida en los últimos tiempos en medio de pujas de poder internas, tensiones y decisiones que, en algunos casos, no fueron bien recibidas por la dirigencia.

vTras estos desencuentros y cambios en la dirección, Marko decidió dar un paso al costado. En una reunión celebrada durante los test de postemporada en Abu Dhabi, abordó su salida con directivos, acordando marcharse antes de lo previsto, ya que tenía contrato hasta finales de 2026.

El anuncio fue acompañado por palabras de agradecimiento hacia su paso por la escudería y a toda la gente con la que compartió estos años. La despedida fue emocional, destacando el orgullo de haber formado parte de uno de los períodos más exitosos en la historia de Red Bull Racing.

La salida de Marko genera un escenario de incertidumbre en la continuidad de pilotos como Max Verstappen, quien ha expresado públicamente su agradecimiento y confianza en la estructura del equipo.

Sin embargo, algunos analistas consideran que sin la presencia de Marko, la dinámica interna y las decisiones estratégicas podrán cambiar, así como las perspectivas del equipo en las próximas temporadas.

A nivel histórico, Marko dejó una huella profunda en el automovilismo. Antes de su etapa en la F1, fue piloto y campeón de las 24 Horas de Le Mans en 1971, y su paso por categorías como la Fórmula 3 alemana y el DTM le brindó una sólida base en las competencias de alta exigencia.

Su legado en Red Bull será recordado como uno de los grandes impulsores del éxito del equipo y un modelo de gestión en un deporte cada vez más competitivo y complejo.

A medida que el paddock de la Fórmula 1 se prepara para una nueva etapa sin su figura, todos los ojos estarán puestos en quién será su sucesor y cómo afectará su salida la estructura de un equipo que, en los últimos años, ha sido pronunciadamente dominante en la categoría reina del automovilismo.