La temporada 2026 en la Fórmula 1 traerá una restructuración profunda en los monoplazas, con autos más livianos, aerodinámica activa y una nueva generación de motores híbridos sustentables, buscando mejorar el espectáculo, la eficiencia y la seguridad.
Luego de la reciente definición del campeonato y la victoria de Lando Norris con McLaren, la Fórmula 1 se prepara para una transformación significativa en su normativa técnica que entrará en vigor en 2026.
Este cambio no solo apunta a modernizar los autos y el espectáculo, sino también a fortalecer los aspectos de sostenibilidad y seguridad de la categoría.
La FIA presentó un paquete de regulaciones que tiene como objetivo devolver protagonismo a los pilotos, reducir el impacto ambiental y ofrecer mayor eficiencia en la competencia.
Desde el diseño de los monoplazas, los cambios serán sustanciales. El objetivo es que sean aproximadamente 30 kilos más livianos, ajustando el peso mínimo desde los 798 kilos actuales a 768 kilos, lo que facilitará un mejor rendimiento y maniobrabilidad.
Este peso reducido se logrará además con un chasis más reducido, ya que la distancia entre ejes disminuirá de 3.600 milímetros a 3.400 milímetros, y el ancho total del vehículo se reducirá de 2.000 a 1.900 milímetros. Estos ajustes permitirán autos más compactos y ágiles en pista.
Asimismo, los neumáticos también sufrirán modificaciones. Aunque mantendrán su diámetro de 18 pulgadas, serán más estrechos, con los delanteros reducidos en 25 milímetros y los traseros en 30 milímetros.
Además, el piso del auto será más plano, con un difusor de menor tamaño y un suelo menos agresivo, lo que disminuirá el efecto suelo y, en consecuencia, la carga aerodinámica.
Estos cambios en la aerodinámica representan una de las novedades más disruptivas: se abandona el sistema convencional de DRS, en favor de una aerodinámica activa mediante alas móviles, que podrán cambiar entre dos modos: uno de baja resistencia para las rectas y otro de mayor carga en curvas.
La intención es que los adelantamientos sean más naturales, técnicos y dependientes de la pericia del piloto.
En cuanto a la motorización, la unidad de potencia evolucionará significativamente. Aunque seguirá empleando un motor V6 turbo, eliminará la unidad híbrida MGU-H, considerada compleja y costosa. En su lugar, la batería tendrá una capacidad de hasta 350 kW, casi tres veces más que la anterior, permitiendo que la proporción de energía entre la combustión y la eléctrica sea aproximadamente de 50-50.
Además, la recuperación de energía en frenadas se duplicará, alcanzando cerca de 8,5 megajulios por vuelta, lo que abrirá nuevas estrategias en la gestión del combustible y la energía.
Estos cambios tecnológicos también implican una transición en los combustibles. Desde 2026, todos los autos deberán utilizar combustibles 100% sustentables, en línea con la política ecológica de la categoría y en un compromiso por reducir la huella de carbono.
Por otro lado, la seguridad también recibe un impulso importante: los nuevos diseños incorporarán estructuras de protección mejoradas, como un arco antivuelco más resistente y elementos innovadores en los aerodinamicos traseros que indicarán estados del sistema de recuperación en caso de accidentes o paradas en pista.
La FIA busca equilibrar deporte, tecnología y sostenibilidad, pensando en un futuro más limpio, seguro y competitivo.
Ya hay escuderías que están preparando sus monoplazas para esta nueva era. Alpine, por ejemplo, anunció que su vehículo ya tiene un diseño inicial para 2026, apostando a motores Mercedes y a un enfoque que prioriza la fiabilidad y el rendimiento en un contexto de mayor competencia.
Los pilotos también se ven beneficiados por estas innovaciones. Franco Colapinto, que continuará siendo piloto oficial de Alpine en 2026, expresó entusiasmo por un reglamento que, en su opinión, devolverá mayor protagonismo a la habilidad y estrategia del piloto, en un marco de mayores oportunidades tácticas.
Las pruebas iniciales de los nuevos autos comenzarán en España, en un test privado programado para el 26 de enero. Posteriormente, se realizarán sesiones abiertas en Bahréin en febrero, y la primera carrera del próximo campeonato será en Melbourne, en el Gran Premio de Australia, el 8 de marzo de 2026, en el renovado circuito de Albert Park, que por primera vez llevará el nombre de Gran Premio de Madrid en un tramo del calendario.
Este nuevo ciclo contará con 24 fechas y marcará un antes y después en la historia de la categoría, que busca mantenerse innovadora y relevante en un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad y la tecnología avanzada.