La selección inglesa de cricket logra su segunda serie consecutiva en solo 11 días, consolidando su dominio con un esfuerzo colectivo y una actuación destacada en Southampton.

El capitán del equipo de cricket de Inglaterra, Harry Brook, elogió la cohesión de su grupo de jugadores tras asegurar la segunda victoria en una serie en apenas 11 días.

La selección inglesa conquistó la segunda prueba de T20 contra West Indies, ganando por cuatro wicket con nueve bolas por jugar, logrando una ventaja insuperable de 2-0 en una serie de tres partidos.

En un encuentro disputado en Southampton, Inglaterra logró anotar 199 carreras en 18.3 overs, tras perder el sorteo y permitir que West Indies estableciera una meta de 196. La resistencia de los visitantes fue notable, pero Inglaterra, con un espíritu de equipo sólido, se impuso en un partido que mantuvo en vilo a los aficionados hasta el final.

Desde que tomó el mando tras la salida de Jos Buttler, Brook ha conseguido cinco victorias consecutivas contra West Indies, incluyendo una barrida 3-0 en los partidos de One Day International (ODI).

La racha de Inglaterra en esta serie refleja un cambio en su rendimiento, que ha sido más contundente en los T20, un formato en el que históricamente West Indies ha sido considerado más fuerte.

El partido en Bristol fue particularmente complicado para Inglaterra, con la tasa de carrera subiendo a más de 11 por over en determinados momentos, pero el equipo logró mantenerse unido y superar la adversidad.

La contribución de los cinco primeros bateadores fue clave, con Jacob Bethell y Tom Banton destacando con 26 y 30 carreras no perdidas, respectivamente, en solo 21 bolas, rompiendo la resistencia de West Indies.

Por parte de Inglaterra, Buttler fue nuevamente el máximo anotador con 47 carreras en 36 bolas, complementando la actuación anterior donde alcanzó 96 en la victoria por 21 carreras en el primer partido de la serie, un resultado que parecía difícil en los días previos a la capitulación de Buttler, cuyo ciclo como capitán terminó con ocho derrotas consecutivas en ambos formatos de bolas blancas.

West Indies intentó mantenerse en la pelea, con Jason Holder aportando 29 no perdidas y Romario Shepherd conectando dos de los últimos tres seis en una sobre costosa de Adil Rashid, quien concedió 6-6-6-1-6-6 en esa tanda.

Shai Hope fue el máximo anotador de los visitantes con 49 en 38 bolas, incluyendo cuatro seis, formando una asociación de 89 carreras con Johnson Charles, quien anotó 47 en 39 bolas, con tres seis y tres fours.

El equipo de West Indies contó con Akeal Hosein, uno de los mejores lanzadores de T20 en el mundo, quien no jugó en el primer partido debido a problemas de visa, pero estuvo presente en Southampton, con una economía de 1-33 en cuatro overs.

Inglaterra hizo un cambio en su alineación, ingresando a Matthew Potts en lugar de Wood.

El próximo encuentro de la serie se disputará en Southampton el martes, donde ambas selecciones buscarán consolidar su rendimiento. La serie refleja el crecimiento del cricket en Inglaterra, que ha mostrado una notable recuperación tras una serie de resultados adversos en los últimos años, y continúa consolidando su posición en el escenario internacional.

Este tipo de victorias no solo fortalecen la confianza del equipo, sino que también elevan el perfil del cricket en el Reino Unido, donde el deporte ha tenido altibajos en las últimas décadas.

Desde la histórica victoria de Inglaterra en la Copa del Mundo de 2019, en la que lograron romper una sequía de 44 años sin títulos mundiales, el cricket inglés ha buscado mantenerse en la élite mundial, logrando resultados positivos en diferentes formatos y series internacionales.

La victoria en Southampton es una muestra más de ese resurgir y del talento emergente que está impulsando a Inglaterra hacia nuevos logros.

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