El exentrenador sudafricano Gary Kirsten comparte su experiencia y los desafíos que enfrentó durante su breve etapa como director del equipo de cricket de Pakistán, destacando la importancia de una gestión centrada en el talento y la influencia en el equipo.

El exjugador y entrenador sudafricano Gary Kirsten, reconocido por liderar a la selección de Sudáfrica y por su papel en la victoria en la Copa del Mundo de 2011 con India, ha compartido detalles sobre su paso por el cricket paquistaní y las dificultades que enfrentó en ese entorno.

Kirsten, quien fue designado como entrenador del equipo de white-ball (ODI y T20) de Pakistán en abril de 2024, se vio obligado a renunciar apenas seis meses después de su nombramiento.

Este corto período se vio marcado por tensiones internas y decisiones que limitaron su influencia en el equipo, situación que le llevó a reflexionar sobre la dinámica del cricket en ese país.

En su entrevista en el podcast de Wisden, Kirsten explicó que pronto percibió que no tendría un verdadero impacto en la formación y gestión del equipo.

“Fueron meses turbulentos. Me di cuenta bastante rápido de que no iba a tener mucha influencia. Una vez que fui apartado del proceso de selección y se me pidió que dirigiera un equipo sin poder dar forma a su composición, se convirtió en algo muy difícil para mí como entrenador.

La influencia real en el grupo se vio mermada”, afirmó Kirsten.

Antes de su paso por Pakistán, Kirsten también se desempeñó como entrenador de bateo en la IPL con Gujarat Titans, mostrando su versatilidad y experiencia en diferentes formatos del cricket.

A pesar de su breve estadía en Pakistán, no descarta volver en el futuro, siempre y cuando las circunstancias sean las adecuadas y no exista interferencia externa que afecte la gestión del equipo.

“Si me invitaran a regresar a Pakistán mañana, lo haría por los jugadores, pero siempre bajo las condiciones correctas. Los equipos de cricket deben ser dirigidos por personas que entienden el deporte. Cuando eso no sucede y hay mucho ruido externo que influye, resulta muy difícil para los líderes dentro del equipo seguir el camino que consideran correcto para alcanzar el éxito”, comentó Kirsten.

El coach también expresó su cariño y respeto por los jugadores paquistaníes, resaltando que, a pesar de un período breve en el país, ha visto la pasión y el compromiso que ponen en su deporte.

“Los jugadores de Pakistán son excepcionales, y siento que más que en cualquier otro equipo, sienten profundamente la presión por los resultados. Cuando pierden, la presión los afecta mucho”, explicó.

A pesar de los obstáculos, Kirsten reafirmó su visión sobre el cricket profesional: “Soy un entrenador, y mi objetivo es trabajar con los jugadores en un entorno donde puedan rendir al máximo.

Cuando no hay interferencias y el equipo es talentoso, generalmente se logran buenos resultados. Lo importante es que las decisiones provengan del conocimiento del deporte y no de intereses externos”.

Este relato refleja la complejidad que enfrentan muchos entrenadores en países donde la política y las influencias externas a menudo complican la gestión deportiva.

La historia de Kirsten en Pakistán es solo un ejemplo de los retos que enfrentan los profesionales del cricket en regiones donde los intereses ajenos al deporte pueden afectar el rendimiento y la estabilidad de los equipos.

Aun así, su actitud optimista y su deseo de volver demuestran su compromiso con el cricket y su respeto por los jugadores paquistaníes, quienes, a pesar de los obstáculos, continúan demostrando su talento en las canchas internacionales.