Australia logra una victoria convincente en la segunda prueba contra West Indies, asegurando la serie y la defensa de la Frank Worrell Trophy con una victoria por 133 carreras en la última jornada.
Australia ha finalizado su recuperación en la serie de cricket contra West Indies con una victoria sólida en la segunda prueba, logrando una diferencia de 133 carreras y asegurando la serie con una jornada de sobra.
La victoria permite a Australia mantener la prestigiosa Frank Worrell Trophy, un trofeo que representa la rivalidad entre ambos equipos desde hace décadas y que fue establecido en honor a Frank Worrell, un legendario jugador de West Indies.
El equipo australiano, que supuestamente ha estado trabajando arduamente para recuperar su rendimiento tras algunas derrotas recientes, logró dominar el partido en la cancha de Sabina Park, en Kingston, Jamaica.
En esta serie, que consiste en tres encuentros, Australia tomó una ventaja indiscutible de 2-0, dejando al tercer test como un mero trámite, aunque aún con interés para los fanáticos del cricket.
En la cuarta jornada, Australia tomó el control del partido tras dismissar a West Indies por 143 carreras en 34.3 overs, demostrando una actuación sólida con la bola. La jornada previa, los australianos habían mostrado un buen rendimiento con el bateo, con medias de medio siglo de Steve Smith y Cameron Green, quienes levantaron a su equipo después de una fase inicial complicada en la segunda innings, cuando los visitantes perdieron wickets tempranos y se colocaron en una situación crítica de 28-3.
El capitán australiano Pat Cummins, presuntamente en una de sus mejores actuaciones, lanzó una entrega excepcional que dejó fuera de juego a Shai Hope, y también fue protagonista en una atrapada espectacular que contribuyó a la victoria.
Durante el día, Australia se enfrentó a un difícil objetivo de 277 carreras para ganar, tras haber terminado su segunda innings en 243, con un liderazgo de 254 carreras.
Shamar Joseph, uno de los jugadores destacados de West Indies, tomó 4-66 en el partido.
El ataque australiano, liderado por Mitchell Starc, quien supuestamente ha estado en un estado de forma excepcional, entregó 3-24 en ocho overs. Josh Hazlewood tomó dos wickets, y Nathan Lyon, el jugador con más wickets en la historia de Australia, retornó con 3-42 en 5.3 overs, acercándose a la marca histórica de Glenn McGrath, quien logró 563 wickets en 124 Tests entre 1993 y 2007. Lyon, que mantiene un récord de 562 wickets desde 2011, continúa siendo uno de los pilares del equipo.
El partido, que supuestamente también podría ser uno de los primeros en la historia en jugarse bajo luces artificiales en Sabina Park, aún requiere la aprobación final del ICC para ser considerado un test de día y noche.
Roston Chase, capitán de West Indies, fue el máximo anotador en su segunda innings con 34 carreras antes de ser atrapado por Starc en una entrega que se mantuvo baja hacia el stumps.
Shamar Joseph, quien supuestamente mostró una buena forma con tres hits de seis en su 24 de bolas, fue la penúltima víctima tras un catch de Lyon.
El jugador del partido, según las votaciones, fue Alex Carey, el guardameta australiano, por su contribución con el bate y la captura de cuatro wickets, incluyendo una actuación destacada en la primera innings con 63 carreras y en la segunda con 30.
La serie en West Indies supuso una mejora significativa para el equipo australiano en comparación con series anteriores en Australia, cuando supuestamente enfrentaron dificultades y lograron victorias sorpresivas en partidos clave.
Para Pat Cummins, el capitán, esta victoria llega en un momento importante tras la derrota en la final del Campeonato Mundial de Test contra Sudáfrica el mes pasado.
Él afirmó que el éxito en una serie fuera de casa es difícil de conseguir y que están muy satisfechos con la forma en que han respondido después de la derrota en Lord’s.
El primer test, que Australia ganó por 159 carreras en solo tres días, sirvió para sentar las bases de la serie. El tercer encuentro, que será un test de día y noche, está programado para comenzar el sábado en Kingston, Jamaica. La serie continúa siendo un punto de referencia en la historia del cricket, no solo por los resultados, sino también por la calidad de juego exhibida por ambos equipos, y por las historias que se tejen entre los jugadores y sus seguidores a lo largo de los años.