En un partido complicado por la altitud, River Plate logró igualar 2-2 frente a Independiente del Valle, manteniéndose líder del grupo B en la Copa Libertadores.
Marcelo Gallardo celebró su partido número 100 dirigiendo a River Plate en la Copa Libertadores, y lo hizo con un resultado que, aunque terminó en empate, supo a victoria para el equipo millonario.
En un encuentro jugado a 2.850 metros sobre el nivel del mar en Quito, Ecuador, River logró igualar 2-2 contra Independiente del Valle después de haber estado perdiendo por dos goles en el primer tiempo.
La situación para el conjunto argentino era complicada en el descanso. Se encontraban 0-2 abajo en el marcador y el ambiente era desalentador. Independiente del Valle, conocido por su fortaleza en casa, había aprovechado dos descuidos defensivos de River en un partido que se jugaba en el Estadio Banco Guayaquil.
Los dirigidos por Gallardo contaban, además, con una formación mayoritariamente titular pero evidenciaron el desgaste físico que esta conllevaba. La presión y el esfuerzo realizado en el primer tiempo había dejado a varios jugadores agotados.
Pero el segundo tiempo trajo una transformación significativa. Con acertadas modificaciones tácticas y una renovada confianza, River Plate encontró el camino para revertir la situación. A pesar de que el Superclásico contra Boca Juniors se aproxima, el equipo se enfocó en el juego contra Independiente del Valle, un duelo crucial para no complicarse en la fase de grupos de la Libertadores.
El plan del cuerpo técnico para adaptarse a la altitud no surtió efecto en la primera mitad, lo que provocó que River se sintiera desgastado y vulnerable.
Los dos goles de Claudio Spinelli, quien hizo historia recientemente al quedar varado en Ucrania debido a la invasión rusa, fueron un claro reflejo de esto.
En el minuto 23, Spinelli aprovechó un centro desde la derecha y, seis minutos después, ante un mal pase de la defensa, volvió a aparecer para aumentar la ventaja del equipo local.
En este contexto adverso, la defensa de River sufrió una vez más, como ya había ocurrido en partidos anteriores en la altitud de Quito. El equipo visitante no pudo afrontar con suficiente agresividad y presencia física el juego intenso del rival, lo que resultó en espacios abiertos que el conjunto ecuatoriano aprovechó con eficacia.
Sin embargo, la actitud de River cambió en el segundo tiempo. Gallardo introdujo cambios que no solo mejoraron la dinámica del mediocampo, sino que también incluyó la opción de jugar con un extremo izquierdo, algo poco habitual.
Manuel Lanzini, quien había sido criticado, se mostró mucho más liberado y participativo, brindando incluso una asistencia para uno de los goles.
Tras un tiro libre y un rebote del arquero, Santiago Galoppo logró el primer gol de River que encendió la esperanza y, minutos después, la llegada de un tiro de esquina ejecutado por Franco Mastantuono llevó al gol del empate, creando un desenlace emocionante que dejó al conjunto argentino con un sentimiento de triunfo.
Con este empate, River se sitúa como único líder del grupo B de la Copa Libertadores, lo que les proporciona una inyección de confianza de cara al próximo Superclásico ante Boca Juniors.
El equipo se siente revitalizado y preparado para enfrentar uno de los compromisos más importantes del fútbol argentino.